Darius Vasileiadis
¿Qué se ha creído?
-¡Esteban! -grito saliendo de mi oficina molesto-. ¡¿Dónde mierdas estás?!
-Ehhh, tranquilo-el muy idiota aparece con una gran tranquilidad comiendo un sándwich.
-¿Sabes dónde mierda se metió Francesca?
-No, solo me fui a comer algo Darius, estuve contigo en todo momento.
Chasqueo mi lengua.
-Búscala.
-Si, si como digas-se recuesta en el sofá.
-¡Pero para ayer!
Él rueda los ojos y se levanta de mala gana entrando a mi oficina, resoplo y voy detrás de él, cierro la puerta.
-¿Se puede saber porque la quieres? -pregunta mientras revisa en la computadora.
Al menos el idiota es bueno para la informática.
-No la quiero a ella, pero tu querída hermana se llevo a mi mujer sin mi permiso, ni siquiera me aviso donde iban-me cruzo de brazos-. Así que encuentra de una vez a tu hermana.
-Ya veo, pero no sería más fácil que llames a mi cuñadita y le preguntes...-se calla al sentir un golpe en su cabeza de mi parte-. En serio que te tiene mal la señorita.
-Cállate, ¿crees que no lo hice? solo me mando al demonio, quiere que le vaya a buscar, y como todavía no le he puesto un rastreador, tengo que conformarme con encontrar a Francesca-resoplo molesto-. Me dejo con la palabra en la puta boca.
-¡En serio! -ríe, lo miro molesto-. ¿Y no hiciste nada? -ríe más fuerte-. Voy a comenzar a dejarte también con la palabra en la boca.
-Te corto la lengua, apúrate Esteban.
-Ya, ya, solo falta...listo, aquí tienes las coordenadas exactas donde está.
-Envíamelo a mi celular-agarro mi saco saliendo de mi oficina.
Salgo de la mansión, entro al primer auto que veo, arranco a toda velocidad hasta donde se metieron, las matare, una con una buena follada que no pueda ni caminar por meses y otra literalmente la matare.
...
¿Dónde se metieron?
Frunzo el ceño al ver la entrada con dos idiotas en cada lado, al verme solo abrieron sin decir nada, inclinaron su cabeza ante mí. Mi mirada fulminante pasa por cada parte del lugar con puros esquizofrénicos que se creen Dioses, se intimidan al verme, pero solo fijan su mirada en mí. Mi aura dominante causa terror, como si fueran puros angelitos y yo el diablo.
-¿Qué hace Darius Vasileiadis aquí? -escucho murmullos.
-¿Qué hace el Rey de Grecia aquí? ¿Tendrá interés de alguna mujer?
-El dueño de Grecia ha venido a la fiesta.
-Que hombre para más hermoso, perfecto, yo que no haría por tener alguien así
-No hables, te puede escuchar, es peligroso.
Patéticos.
No estaría mal, es quemar a todos vivos después de irme con mi mujer.
Levanto la cortina blanca entrado a una habitación donde la música Grecia resuena con más fuerza.
-Mierda-susurro al ver a Katherine bailando tan sexualmente que mis ojos se oscurecen, aprieto mis puños para controlarme al ver como se quieren a cercar a ella, pero se detienen a verme. Ella abre sus ojos dejando ver sus hermosos ojos ambar brillantes, sonríe coqueta la muy maldita al verme.
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Diamante [+18]
RomanceMe enamoré de un hombre mayor. Me enamoré del enemigo de mi padre. ¿Qué tan malo puede ser? Cuando el poder y la pasión se fusiona todo puede pasar.