⚠️TW: Este capítulo contiene escenas explícitas de cortes, lesiones, abuso verbal y físico. Lean bajo u propia responsabilidad⚠️
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4 de Marzo de 2018
4:02 AM
|LEVI|
Pasamos al rededor de media hora sin hacer nada más que abrazarnos acurrucados en la cama. Su piel era suave y ella dejaba pequeños besos en mi cuello. Liddy se comportaba igual que una niña, aferraba a mí como si fuera a perderme.
De pronto, la pelirroja soltó un suspiro pesado, se alejó de mí para luego sentarse en la cama y tomar su celular sin decir ni una palabra. Todo nuestro hermoso momento había acabado sin motivo alguno.
Me ahorré mis preguntas al respecto y saqué un paquete de tabaco del cajón al lado de mi cama junto con un encendedor, prendí el cigarrillo y di una calada que despertó las alarmas de Liddy al instante.
—¡Vete afuera!— Exigió —Odio el olor del humo.
—Sí, lo siento...
Caminé hasta mi balcón mientras la joven agitaba su mano derecha en un intento de espantar la humareda. Ya estaba muy desanimado en ese momento, pero al menos ella aún permanecía conmigo y no parecía tener planes de irse, es un avance.
Pensé en un tema de conversación para romper el silencio entre nosotros. Descarté inmediatamente la idea de hablar sobre su extraño comportamiento en la cama, tal vez solo se arrepintió de haber practicado ese tipo de cosas conmigo y no quiere admitirlo, o tal vez yo soy muy malo haciéndolo y prefirió no mencionarlo.
—¿Por qué quieres dejar la carrera?— Pregunté.
Liddy levantó la vista de su teléfono y me observó fumando en el balcón.
—Es muy cara, apenas me alcanza con lo que gano en el trabajo— Dijo devolviendo la mirada a su celular —Además, la mayor parte de mi sueldo se va directo a la renta, así que...
—¿En dónde trabajas?
—En una disquería cerca del centro comercial, Mikasa y yo compartimos el turno matutino.
Abrí los ojos al recordar ese nombre.
—Mikasa es tu roomie ¿verdad?
—Sip— Dio una respuesta corta y dejó a un lado su dispositivo —Comparto el departamento con ella y con Pieck, una amiga de la infancia.
—Debe ser lindo vivir con tus amigas
—No siempre es así...
La joven tomó la bufanda que se encontraba en el suelo y comenzó a jugar con ella sin dejar la conversación.
