En el mundo hay personas sin escrúpulos y desafortunadamente, Christopher ha conocido muchas de ellas a lo largo de su corta vida. Aún siendo un joven delta de diecisiete años, era bastante ingenuo para su edad. Creía que como en su natal Australia...
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El gran apartamento se encontraba diligentemente organizado, con el fin de que todos los invitados cupieran en este. Minho observaba con una sonrisa autosuficiente como su sala y comedor relucían por su limpieza, aunque no era ajeno a que aquello no duraría mucho tiempo, pasó su antebrazo por su frente para después alzar su vista hasta el reloj de pared, calculando cuánto tiempo le hacía falta a la comida en el horno.
El tiempo aún se encontraba a su favor, así que aprovechando esto se dirigió a su habitación para poder darse una ducha, dentro de esta enlistaba los detalles de aquel encuentro definitivo donde daría a conocer la noticia.
Cerca de dos meses han pasado desde la confirmación del embarazo del delta, por lo cual consideraba apropiado dar la noticia a su círculo más cercano, sobre todo porque Hyunjin lo tenía harto de su insistencia para qué revelará la verdad. Así que ahí estaba, vistiéndose con ropa casual, con carne en el horno, esperando que llegará la tarde para poder recibir a su familia en su cómodo hogar.
Mientras acomodaba su cabello pudo escuchar el timbre hacer eco en toda la casa, siendo este el aviso que una de sus visitas ya había llegado y podía apostar cuál de todas lo era. Salió de su habitación en dirección a la puerta principal, abriéndola en cuanto el aroma a miel se filtró por debajo de esta.
—¡Tío Min! —Exclamó una vocecita infantil, impactando contra las piernas del enigma, quien en cuanto reconoció aquel aroma a cachorro se agachó para poder cargarla
—¡Hae-Hae! ¿Cómo está mi cachorra valiente?
—¡Beeen! —Grito la pequeña de tres años, sacudiéndose entre los brazos del enigma
—Hola Hyunnie, Jeongin, pasen adelante
—Gracias Min
Haciéndose a un lado, permitió que la pareja ingresará en la estancia, para después avanzar detrás de ellos aún con la cachorra entre sus brazos, los cuatro pronto se ubicaron en la sala de estar, permitiendo así que la pequeña cachorra comenzará a jugar por todo el apartamento. Minho tomó asiento en el sofá individual, al frente de sus amigos, quienes cruzaron sus manos mientras tomaban asiento.
Minho los observó con una sonrisa, enternecido por la pareja bastante convencional que aquel par era, Hyunjin siendo un omega recesivo enlazando a Jeongin un alfa común, ambos complementándose perfectamente; el enigma fue testigo de cómo esa relación floreció desde sus tiempos de adolescencia, continuando hasta la actualidad donde eran un matrimonio con una pequeña cría. Ellos eran todo lo que Minho quería para su vida, pero que lastimosamente no tuvo la paciencia de esperar.
—¿Entonces? —Preguntó Jeongin, regresando a Minho a la realidad
—¿Entonces qué?
Hyunjin soltó una risa —Entonces qué tienes pensado para la cena
—Ah, eso —Murmuró Minho, observando su reloj de muñeca para verificar el cálculo del tiempo —Faltan un par de minutos para sacar la carne del horno —Reveló, haciendo negar al omega con una suave sonrisa
