Capítulo XX: Casa dorada

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Su oficina no era tan espaciosa como la de su mejor amigo, pero, de igual manera, era cómoda y le gustaba, podía mantenerla organizada sin ningún problema y cuando su aroma lo tenía harto, era sencillo ventilar

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Su oficina no era tan espaciosa como la de su mejor amigo, pero, de igual manera, era cómoda y le gustaba, podía mantenerla organizada sin ningún problema y cuando su aroma lo tenía harto, era sencillo ventilar.

Porque sí, Hyunjin admite que su propio aroma en ocasiones llegaba a fastidiarlo con lo dulce que resultaba.

Sentía cansada su vista debido a la gran cantidad de documentos que ahora debía de leer, que Minho se haya tomado un par de días para poder velar de su familia lo dejaba como el único jefe dentro de la gran compañía, así que toda labor importante recaía en sus hombros, más no se queja, comprende a su mejor amigo, y de todas maneras, en el pasado cuando tomo su descanso por maternidad en el momento que Haerin nació Minho no se quejó, así que sentía que esto era una forma de retribuir el esfuerzo que su mejor amigo hizo.

Soltando un suspiro cansino, se quitó sus gafas dejándolas sobre su escritorio, necesitaba tanto un descanso y buen café, pero gracias al pequeño cachorro que crece dentro suya, se ha propuesto reducir su consumo de dicha bebida. A veces se pasaba de sobreprotector, pero así lo amaba.

Volteo hacia la puerta en cuanto escuchó pasos acercándose, y como si fuera su propio espacio, la puerta fue abierta y su hermana ingresó en la oficina a paso relajado; el aroma a jengibre que le resultaba tan familiar golpeó sus fosas nasales haciéndolo ronronear tranquilo, sonrió hacia Yeji de manera instintiva, aunque quería llamarle la atención por abrir sin tocar.

La alfa se acercó a su escritorio depositando sobre este un libro de reportes, cosa que lo hizo bufar, llamando así la atención de la alfa —¿Qué pasó hermanito? —cuestionó la chica con una mueca de preocupación, cosa que hizo sonreír suave al omega, quien negó

—Mi vista está algo cansada de tanta revisión, ya sabes, con esto que Minho se ha tomado sus días libres no es como que tenga un tiempo para relajarme

—O sea que extrañas tus tiempos donde podías irte de caperuza, ¿no?

El omega asintió, tomando aquellas hojas —¡Pues claro! Hae-Hae me extraña, estaba acostumbrada a que su madre a cierta hora ya iba a estar en casa, pero ahora hasta he salido tan tarde y ni siquiera llegó para cenar —se quejó, abriendo aquel documento

—Bueno hermanito, trabajo es trabajo, de todas maneras, sabemos que Minho te recompensará con más vacaciones —la alfa tomó asiento delante del escritorio, cruzando sus piernas —Ya sabes, cosas de ser el consentido del jefe

—No soy el consentido del jefe

—¿A no? —cuestionó Yeji divertida

—Pues no, y aunque lo sea, deberé dejar de serlo, ahora tiene pareja y planeo respetar eso

La alfa sonrió, observando a su hermano con cariño —Eres su mejor amigo, siempre los serás, conoces a Minho hace años y no conseguirás que deje de quererte, si ese delta es bueno, aceptará eso

Limbo || minchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora