Sus tacones eran lo único que se podía escuchar en todo el piso, quiso observar a través del ventanal a su izquierda, pero la luz del sol dificulta un poco hacerlo. Yeji hizo estallar la burbuja de su goma de mascar, causando un fuerte estruendo en todo el pasillo, necesitaba llenar el gran silencio para poder pensar, pero no lo conseguía.
Todos los trabajadores se mantenían pisos abajo, dejando el tercer piso destinado a la oficina de Minho y por ende, su escritorio. Molesta, resopló, desde su enfrentamiento con el mayor sus turnos eran más aburridos y mientras su hermano no se moleste en terminar sus juntas, se encontraría sola en el piso superior junto al enigma.
De nuevo, observó la hora en su computadora, la hora de salida de Minho se aproximaba y no había ninguna señal por parte del enigma, solo llegó a encerrarse a medio día, ni siquiera se molestó en llamarla, así que no estaba muy segura de lo que se encontraba haciendo, pero la base de correos que continuaban cayendo en su bandeja al ser la co-representante de Minho, le dejaban ver que sí se encontraba trabajando.
¿Sería realmente mala idea abrir la puerta y corroborar que siguiera vivo? Definitivamente, Minho odiaba ser interrumpido sin razón.
Tomó su teléfono, deslizando la pantalla en búsqueda de alguna notificación que le permitiera colocarse de pie, pero no encontró nada, cosa que la hizo bufar. Eran las cuatro de la tarde, ¿en verdad no había pendientes para su jefe?
Arrojó su celular contra el lucro escritorio de nueva cuenta, tomando una pinza para sujetar su cabello, puesto que ahora tenía una idea. Eran las cuatro de la tarde, Minho tomaba café a las cuatro y media, se le adelantaría a la cocinera de la empresa, así que tenía que apurarse. Tomó su billetera de su chaqueta acomodada en el respaldo de su silla y se colocó de pie, haciendo sonar sus pasos sobre el piso.
Bajo en el elevador hasta el primer piso, atrayendo un par de miradas de los otros trabajadores, pero los ignoró, concentrada en el objetivo que tenía en mente, se perdió dentro de la pequeña cafetería que tenía el edificio, dejando un registro de sus feromonas alfa detrás de sus pasos.
Observó la pequeña tienda de conveniencia, eligiendo tomar un helado de la recámara, para después acercarse al mesón, donde fue rápidamente atendida —¡Señorita Hwang! Qué gran sorpresa verla por aquí, ¿qué le sirvo?
—Hola Siwon, ¿puedes ponerme un ice americano para llevar? El señor Lee me pidió si podía bajar antes por su pedido de las cuatro y media y me antoje de algo para mí —Explicó, mostrando la paleta helada en su mano, la beta asintió, dando media vuelta
—¡Regáleme un momento entonces señorita Hwang!
La alfa asintió, siguiendo con la vista los movimientos de la beta, la cual sirvió ambos café, sacando del refrigerador el trozo de tarta que Minho solía pedir, el chico manejaba una especie de cronograma con ese tema, Yeji prefirió que llegará directamente a la cafetería, así le quitaban de encima el peso de encargarse también de las exquisiteces del mayor.
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Limbo || minchan
Fiksi PenggemarEn el mundo hay personas sin escrúpulos y desafortunadamente, Christopher ha conocido muchas de ellas a lo largo de su corta vida. Aún siendo un joven delta de diecisiete años, era bastante ingenuo para su edad. Creía que como en su natal Australia...