En el mundo hay personas sin escrúpulos y desafortunadamente, Christopher ha conocido muchas de ellas a lo largo de su corta vida. Aún siendo un joven delta de diecisiete años, era bastante ingenuo para su edad. Creía que como en su natal Australia...
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Su sueño estaba siendo tan plácido, tenía a su cachorro entre brazos y a pesar de sentir sus entrañas presionadas por el peso de las crías en su vientre, podía decir que estaba teniendo un descanso bastante bueno.
Lástima que tuvo que terminar.
Se levantó de golpe en cuanto escuchó los golpes contra su puerta, sus ojos llenos de pánico observaron a su cachorro, para después pasar a la puerta; sabía que venían por él, así que tomó una decisión, se colocó de pie con esfuerzo, tomando a Changbin entre sus brazos, despertando al niño de paso.
—¿Mami?
—Shh mi amor, mantente en silencio —le rogó, abriendo la puerta del baño, dejando al cachorro en el pequeño espacio —Ve con la tía Sana, ¿okay? Iré a buscarte luego
No dejo al cachorro responder, solo cerró la puerta a sus espaldas, regresando a la habitación, arrojándose en la cama en el último momento. La puerta fue abierta tras los golpes que le proporcionaron; tres guardias se acercaron a él, y aunque consideró resistirse, descartó la idea en cuanto a su nariz llegó el aroma de patriarca, delatando su presencia.
—Traigan esa cosa acá, ¡ahora! —Ordenó con voz molesta el hombre, ingresando a paso firme en el cuarto, haciendo temblar a Christopher en su lugar
El delta negó, abrazando su vientre cuando los observó acercarse, esos guardias lo sujetaron de los brazos, trayéndolo a rastras hacia la presencia del enigma. Lo colocaron de rodillas delante del mayor, Namjoon lo observó desde arriba, con una mueca molesta en su rostro, Christopher estaba temblando en su lugar, puesto que conocía lo que significaba.
Le iba a doler, seguramente.
—¿Sabes por qué estoy tan molesto? —Le cuestionó el hombre, tomando del mentón al delta para obligarlo a verlo
No respondió, no hasta que sintió la primera bofetada impactar contra su mejilla —No... —murmuró, sintiendo su piel escocer.
—¡No! —exclamó con mofa el enigma —Tu maldita perra, nos estás metiendo en tantos problemas, ¿qué carajo le estás diciendo al enigma ese? ¿Le prometiste otra noche o explícame por qué carajos te busca tanto?
—No... no hice nada
—¡Mentira! —otra bofetada, está volteo su rostro debido a su fuerza, Namjoon volvió a sujetar su mentón, conectando su mirada con la asustada del delta —Me das tanto asco, a pesar de estar embarazado buscas recibir otra polla
—No lo hago —gimoteo, pero el hombre no le creyó, volvió a dejar otro golpe sobre su rostro, esta vez tirando de su cabello hacia atrás
—¿Entonces? La has cagado, Christopher. No comprendo lo que buscas, ¿por qué atraer a un enigma luego de tantos años? Eres un estúpido —se burló el mayor, tirando de su cabello con más fuerza —Has conseguido que hundamos al señor Lee, ¿era lo que querías? Apuesto que si
