Capítulo XIV: Vuelo libre

72 18 3
                                    

Cerró sus ojos, dejando caer su cabeza contra el respaldo de su silla, su cabeza estaba martillando, señalando la posible jaqueca que le atraparía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cerró sus ojos, dejando caer su cabeza contra el respaldo de su silla, su cabeza estaba martillando, señalando la posible jaqueca que le atraparía. Masajeo su frente con una de sus manos, gruñendo entre dientes, molesto, estresado, frustrado, y derivados.

Soyeon no fue de ayuda, al contrario, desde su perspectiva empeoraba más la situación, puesto que ahora tenía que atender sus correos, donde le comunicaba cada mínimo detalle, recordando de esta manera eso que deseaba evitar a toda cosa, recordar la realidad de la relación paralela en la cual se metió por terco; otro gruñido se deslizó fuera de sus labios, escuchando como desde su computadora era emitido el ruido que notificaba de un nuevo correo entrante.

¿Sería muy mala sangre de su parte llamar a su hermana e insultarla por intensa? Sí, él mismo sabía la respuesta...

—Santa luna, ¿Qué acaso esa alfa no tiene más que hacer? —Se quejó, observando como, en efecto, entre su lista de correos por contestar, relucía su hermana mínima como remitente de un par de ellos. Tomó su vaso de café sobre la mesa, desviando su vista al marco que se exhibía en la superficie de madera, elemento donde se relucían las ecografías de sus crías, un lindo detalle por parte de Hyunjin.

Quería poder segregar su preocupación, centrándose en las crías que venían, pero no podía, no cuando su lobo aullaba en preocupación por la madre de las mismas, contagiando a Minho con la misma preocupación asfixiante.

—Qué cara tienes hombre...

Alzó la mirada, siendo recibido por aquellas feromonas a miel. Sonrió aún con los labios reposados en el vaso ante la presencia de su mejor amigo. —¿Qué cara esperas que tenga si ahora Soyeon se convirtió en una perseguidora para mí? Jode más que cobrador de banco —gruñó

—Solo está preocupada

—Créeme que saber eso es lo que me detiene de insultarla

Hyunjin rio, tomando asiento en las sillas delante de su propio escritorio, acomodándose; Minho lo escaneo, con su traje de oficina limpio, su cabello largo sujeto en una pulcra coleta, su sonrisa perlada y su aroma sutil, marcado por las advertencias de su alfa, a veces se pregunta, ¿por qué no se metió con él? Y luego recordaba, que no le iban los omegas.

—Así que mientras venía para acá, mi adorada hermana se quejó de que no dejas de gruñir como perro —murmuró el omega, dejando sobre la mesa un par de folios, los cuales Minho tomó, iniciando a revisar su contenido —Así que me interesa saber qué pensó tu mente inteligente de todo esto, porque dejarle el trabajo a Soyeon no es algo que vaya contigo

Minho no contestó de inmediato, se quedó leyendo de manera superficial el contenido de los documentos, mordiendo su labio para tratar de pensar una respuesta —Quiero hacer algo

—Eso es obvio...

—Sí, pero no puedo creer con claridad exactamente qué, pues tengo a mi lobo jodiendo de un lado, a mi hermana del otro y ya no se nada —cerró el documento, importándole poco —Quiero solo verlo, saber qué pasa con él, preguntarle, pero no puedo

Limbo || minchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora