UNA FAMILIA DE MENTIRA

INDICADA

-Conquista mi trasero estúpido - el heredero de los Jeon dijo arrogante.

-Tú trasero no me interesa - Taemin se burló - es otro trasero el que estará conmigo muy pronto, así que comienza con los papeles del divorcio.

-¿Divorcio?....

-No habrá divorcio - Namjoon intervino.- Y vámonos de aquí, no tenemos nada que hacer.

-Si anda, ve y dile a Jimin que está contratado, y cuando esté conmigo no necesitará trabajar.

Jungkook se dió la media vuelta, camino cruzando miradas de furia con el dueño de la oficina, y justo encima del escritorio, estaba el currículum del rubio, currículum que tomó y arrugó en la cara del de blanco.

-Olvidalo idiota - y salió a toda prisa.

-Conseguiré su número - Taemin gritó con burla - nos vemos pronto .

-Mejor deja las cosas así - Namjoon le dijo con seriedad - no busques problemas gratis. Al final se quedarán juntos y quedarás como tonto.

-Entonces debería buscar a mi gran amigo Seokjin - el descarado Taemin dijo divertido a su amigo.

-Deberias, el te extraña y tiene mucho que contarte - ya en la puerta Namjoon renegó - pero en el momento que decidas que quieres ser más que su amigo. Mis manos serán suficientes para acabar con tu delicado cuello.

Y salió de ahí...

Callado y pensativo se quedó ese hermoso reclutador, que tanto le habría pasado a Jin en el tiempo que llevaban de no frecuentarse, y algo más importante aún, ¿Por qué Jimin no recordaba nada sobre él?

Por una de las calles más transitadas del centro, el rubio caminaba avergonzado, se sentía ofendido por la manera en como lo trato aquel del traje blanco, pero más vergüenza sentía aún por qué Namjoon pudo ver algo de aquello que sucedió en esa oficina.

Caminó por algunas horas, hasta que sus pies estuvieron tan cansados que tuvo que buscar un lugar donde tomar aunque fuera un delicioso café .

Su teléfono no dejaba de sonar, cada una de esas llamadas fueron ignoradas, cuando al fin la olorosa taza estuvo en sus manos y después de dar el primer sorbo. Se dedicó a ver su aparato telefónico, doce llamadas perdidas de la madre de Jungkook, once del padre, solo dos de Namjoon, quince de Jin, pero lo más enfermo eran ciento cuarenta y dos llamadas de su esposo de mentira.

-Maldita sea - se dijo a si mismo - de seguro todos saben lo que pasó y creen que soy un cualquiera, debería huir, ir y encerrarme a la casa de Taehyung para mañana irme a Busan, allá comenzaré una nueva vida, Hanna debe ir conmigo, no puedo dejarla ahí ....

-Hasta que te quedaste quieto - alguien llegó a sentarse en es misma mesa.

Tímido no levantó la cabeza al ver de quién se trataba.

-Creo que debemos hablar ¿No crees ? - el recién llegado le dijo seriamente.

La madre de Jungkook este día no se despegaba de su teléfono, está vez a la que no dejaba de llamar era a Hanna. Pero con ella tuvo mejor suerte.

*Dígame*

Ella le respondió .

*Querida, tu cita es en media hora, quieres que envíe al chófer por ti*

La señora Jeon con preocupación dijo a la joven mujer.

*No se preocupe, voy saliendo de la serie de entrevistas, estoy cerca, iré para allá, llegaré a tiempo *

Hanna con una relajación que solo da la felicidad de hacer lo que le venga en gana, respondió a la mujer que se preocupaba en vano.

*Muy bien hija, te esperaré para que me cuentes *