Capítulo 51

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SILAS

—¿Estás listo? —mi padre entra al gran salón junto con madre, la gran anciana, mis hermanos, Valeska y Caspian —. A llegado el día.

—Aún no puedo creer que hayan llegado — digo nervioso.

—Pues tienes que creerlo —dice padre y se acerca un poco más a mi —. Hoy serás coronado rey de los vampiros.

Tomo un poco de aire.

—Tenemos que irnos —interviene la Gran Anciana —. El consejo nos está esperando.

Asiento con la cabeza entonces mis familiares y yo nos dirigimos hacia la puerta del palacio mientras que todos los sirvientes que hay en el pasillo se inclinaban ante mi

Aún no soy el rey maldita sea, aún no es tiempo de eso.

Abandonamos el palacio y nos dirigimos todos a pié hacia el bosque.

Una vez que todos nos adentramos en el espeso bosque de Bran caminamos por el alrededor de unos veinte minutos.

Los nervios no me han dejado tranquilo, me comen completamente vivo, lo único qué me da fuerzas es saber que una vez que sea el rey de los vampiros podré cambiar las reglas. Entonces ahora si no habrá nada que se interponga entre mi Veronica y yo, seremos felices los dos por siempre.

Mí familia y yo llegamos a lo más profundo del bosque y pudimos divisar el lago de la luna. Está parte del bosque donde nos encontramos ahora ninguno humano sabe de ella, solamente los vampiros reales de Transilvania y el consejo tenemos acceso a ella.

Por siglos esté lago y sus aguas totalmente cristalinas han sido testigos de las coronaciones a diferentes reyes y ahora va a presenciar como yo el príncipe heredero Silas me convertiré en el nuevo rey de los vampiros de Transilvania.

—Llegaron —habla Valeska y todos vemos cómo de la espesa niebla los tres miembros del consejo de Rumania se hacen presentes.

Todos ellos visten la túnica especial para esté día, la túnica negra.

Los tres vampiros más viejos y sabios de la historia de Rumania caminan hacia nosotros, se quitan las capuchas y se pusieron enfrente todos nosotros.

—Familia Tepes —habla el señor Waylan —. El día de hoy es un día especial para todos nosotros pues hoy nace un nuevo rey Tepes.

Waylan se puede considerar el líder del consejo puesto que siempre es el qué da las órdenes a los otros dos y también se encarga de mantener informado al consejo mayor de todo lo que pasa de esté lado del mundo.

Él es de estatura alta, cabello dorado corto liso y de ojos azules. Según tengo entendido él fue el primero del consejo en ver con sus ojos la caída un temible cazador de vampiros hace años ahora mismo no recuerdo el nombre del cazador pero ese hecho se recuerda mucho aquí, también Waylan es conocido por ser un vampiro muy fuerte y peligroso.

—Silas Tepes...—me llama.

—Señor —bajo la cabeza en forma de respeto.

—¿Estás listo para asumir tu cargo cómo el nuevo rey de los vampiros?

—Completamente listo mi señor.

—En tal caso, debemos inicio a la coronación del príncipe Silas.

Mí familia retrocede un poco y yo me quedo frente al consejo.

Waylan saca una espada y después avanza hacia a mi, cuándo se queda a unos escasos metros de mi me mira fijamente.

—Está espada perteneció al primer rey de los vampiros desde entonces ella ha sido un símbolo sagrado para todos los vampiros de aquí, ya que muchos reyes que te precedieron incluido tu padre han derramado una gota de su sangre uniendo sus corazones con la espada y así creando un lazo muy poderoso con el primer rey el cuál una vez que derrames tu sangre sobre su espada estará a tu lado guiando tus pasos para ser un buen rey. Extiende tu muñeca derecha.

Hago lo que me dice.

—¿Juras siempre proteger a la raza de vampiros de Transilvania y velar por qué los humanos nunca se enteren de nuestra existencia?

—Lo juro.

—¿Juras siempre ser un rey qué siempre tome las desiciones correctas para la raza?

—Lo juro.

—Entonces que el primer rey te guíe por la misma senda que él caminó —dice y comienza a hacerme una herida en la muñeca con la espada.

Una vez que la sangre está en la espada del antiguo rey, noto como el puño de la arma que es de un bello zafiro empieza a dar un brilló hermoso.

—Está hecho —dice Waylan mirando la espada —. El rey está contigo.

Otro de los miembros del consejo se acerca a Waylan y veo  como le entrega la corona vampírica, la corona que le ha pertenecido a tantos reyes que apenas puedo contarlos es totalmente color negra.

Me pongo de rodillas frente a Waylan y él me coloca la corona sobre la cabeza.

—Larga vida al rey —dice él.

Me pongo de pié y miro a todos inclinarse ante mí, incluso a Valeska y Caspian.

Par de hipócritas.

Escucho ruidos en las aguas, miro hacia el lago y veo a los dos paladines del consejo acercándose, los paladines tiene fama de ser unos vampiros muy crueles. No tienen piedad de nadie, ellos solo aparecen cuándo la familia real tiene problemas para controlar a los rebeldes.

Están a las órdenes del consejo.

Los paladines solo están conformados por dos personas.

Una chica vampira de nombre Stefany, ella es de estatura mediana, cabello castaño claro lacio, nariz pequeña y ojos avellana.

Ella por lo que sé es la más salvaje y cruel.

También está Azazel, si lo sé tiene nombre de demonio. Él es de cabello rubio, un poco largo, ojos color avellana, nariz pequeña, estatura un poco alta y con cara de pocos amigos siempre.

Ellos únicamente conforman a los paladines, a ambos siempre se les puede ver vestidos con túnicas doradas.

También por lo qué tengo entendido ellos dos tienen dones pero nadie ha sabido cuáles son, son un secreto para todos.

Ambos se pusieron enfrente de mi, sacaron sus espadas y las elevaron.

—¡Larga vida al rey! —gritan ambos.

—¡Larga vida al rey! —gritan todos al mismo tiempo.

Ahora deje de ser el príncipe heredero y me he convertido en el rey de los vampiros, ahora me concéntrate en las reglas para poder cambiarlas de una vez por todas ahora si, Veronica y yo podremos vivir tranquilos los dos juntos contra el mundo.

Príncipe Vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora