CASPIAN
Los sirvientes me han dicho que mi madre se encuentra en estos momentos en el jardín, salgo del castillo rápidamente y a logro ver a lo lejos observando unas rosas.
Me le acerco y llamo su atención.
—Hola hijo ¿Cómo te fue?
—Quiero que en estos momentos me expliques qué carajos pasó con la familia Van Helsing en realidad.
Mamá se queda callada.
—¿De qué estás hablando? —ella centra su atención en las rosas —. No sé quiénes son.
—No me vengas con eso, sabes perfectamente quiénes eran. Dudo mucho que los hayas olvidado, tú no eres de olvidar las cosas —le digo —. Sabes perfectamente a lo que me estoy refiriendo. Quiero que me digas que pasó con la familia de Samantha Van Helsing.
—Samantha Van Helsing... hace mucho tiempo que no escuchaba ese nombre. Es el nombre de aquella cazadora de vampiros de la cuál te enamoraste perdidamente hace mucho tiempo ¿No es así? Ya no te debería de importar, recuerda lo mucho que trabajamos para hacerte olvidar los innecesarios sentimientos. Tú no los tienes.
Tomo su mano derecha y ella me mira.
—Dime ahora lo que quiero saber.
—Caspian déjame en paz.
—No.
—Soy tu madre, así que házlo.
—No.
—¿Qué demonios está pasándote? ¿Por qué de la nada te importa nuevamente esa mujer? No olvides que estamos demasiado cerca de hundir a Silas para que tú te quedes con lo que realmente te pertenece —me dice —. No olvides que tienes una misión que cumplir, así que en vez de estar en los asuntos del pasado te recomiendo atender los asuntos del presente. Así que ve y enamora a esa patética humana.
—¿Quemaste la casa Van Helsing? ¿No es así? Después de haberlos asesinado.
—La casa Van Helsing se quemó por un accidente, te lo dije. Yo no tuve absolutamente nada que ver.
Hay algo en ella que definitivamente no me gusta.
—No...—digo —. No fue así, tú los asesinaste por venganza. Querías hacer pagar a Samantha por lo que según tú había hecho, asesinaste al linaje Van Helsing por venganza.
—No yo no...
—¡Ya no me mientas! Hace un momento te pusiste nerviosa —le digo molesto —. Eso quiere decir que tengo la razón. Tú los asesinaste por venganza hacia Samantha, y después me dijiste mentiras sobre el incendio.
—Hijo...
—Tenías miedo ¿No es así? Miedo de que yo volviera con ella si me enteraba de lo que realmente había pasado. Por que sabías cuánto me importaba esa cazadora en aquellos tiempos.
—Tú no eras para enamorarte, los sentimientos son para los débiles. No podía permitir que tú fueras un débil ya que tenías grandes cosas que hacer —dice —. Tenías que concentrarte en el único objetivo que realmente importaba, la corona de Transilvania. Tu derecho de nacimiento que te fue arrebatado por todos los Tepes. Tenías que centrarte en Silas.
—Eres una mentirosa, no puedo creer que haya vuelto contigo después de lo que le hiciste en el pasado. Recuerdo que me dejaste abandonado a mi suerte después de que el consejo te quitará el título de reina de los vampiros.
—Tenía que hacerte fuerte, tenía que comenzar a prepararte. Teníamos que recuperar la corona Caspian.
—Siempre en tus palabras está la corona... el poder... estás completamente obsesionada con ello.
—Caspian...
—Y deje que tu influencia me envenenara, mi padre... no era cómo tú, él era completamente diferente. Recuerdo que él decía que la familia era lo más importante del mundo, más que el poder. Más que el maldito título de rey.
—Tu padre... tu padre era un...
—¡Era bueno! Él era bueno... si él estuviera vivo las cosas serían completamente diferentes. Él no me habría dejado llevar acabo todo esto junto contigo —le digo a mi madre —. Él... debe de estar retorciéndose en su tumba por esto, por que te estoy haciendo caso. Soy un idiota, un débil después de todo... por haberte seguido en un principio.
—Caspian...
—Se acabo, si quieres seguir adelante con esto bien... pero házlo sola, yo ya no te ayudaré.
—No puedes estar hablando enserio, no después de hasta dónde hemos avanzado.
—¿Hasta dónde hemos avanzado? ¿Oh hasta dónde has avanzado tú? Por que tú eres quién mueve los hilos en todo.
—Caspian...—ella toma mis manos —. No puedes estar hablando enserio, no puedes abandonar esto. Tú quieres el rey.
—Oh... claro que puedo, y no te equivoques... yo no quiero serlo ya. Ahora que pongo a pensar claramente las cosas, nunca lo quise. Eras tú todo el tiempo, tú quieres el poder.
Hago que me suelte.
—Está marioneta ha cortado sus hilos.
Me alejo de ella y comienzo a ir hacia el palacio.
—¡¿Qué fue lo qué pasó?!
No me respondo nada, entro en el palacio y voy directo hacia las escaleras.
Llego y me encuentro con Silas bajando.
—Majestad.
—Caspian.
Me le acerco.
—Te recomiendo andar con cuidado.
—¿Qué?
—No es una amenaza, créeme Silas. Tienes que mantener los ojos abiertos en todo momento.
Continúo sabiendo las escaleras y llego al último piso.
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Príncipe Vampiro
VampiriPor más de un siglo los vampiros han sido controlados por un soberano, un rey. Pero llega un día en el que cada rey necesita dejarle el cargo a su sucesor para que la comunidad evolucione, para que trascienda a nuevos cambios que traigan más prosper...