VERONICA
El ruido de mi teléfono me hace despertar de golpe, me encerrado con el príncipe vampiro durmiendo frente a mi, doy la vuelta hacia mi mesa de noche y tomo el teléfono.
Es mi mamá.
Contesto la llamada.
—¿Qué pasa mamá?
—Hija necesito que vengan inmediatamente al hospital.
—¿Qué sucede? —le pregunto.
—Es tu tía, está mal. Vengan rápido.
—Vamos para allá.
Cuelgo la llamada.
—¿Qué pasa? —pregunta el vampiro.
—Es mi tía, está demasiado mal. Mi madre quiere que vayamos enseguida al hospital.
—Voy con ustedes, es de madrugada y puede ser peligroso.
—Gracias.
Me levanto rápidamente de la cama y llamo a Sebastián. Nos cambiamos de ropa y después junto con el vampiro salimos rumbo al hospital.
Mi primo con la noticia está demasiado nervioso, yo también. Tengo un mal presentimiento de todo esto y es horrible.
Llegamos al hospital y vamos directo hacia la habitación de mi tía.
En el pasillo justo afuera de la habitación se encuentra mi mamá sentada sobre una de las sillas, está hecha un mar de lágrimas.
—Mamá...—llamo su atención.
Ella voltea hacia nosotros dos.
—Veronica... Sebastián —se pone de pie.
—Tía ¿Qué está pasando? ¿Cómo está mamá? —le dice mi primo muy preocupado.
—Todo estaba bien, ella estaba durmiendo tranquilamente cuándo de la nada le comenzó a hacer falta el aire. Se comenzó a descontrolar totalmente, ahora mismo los médicos están adentro con ella.
—Tengo que ir.
Sebastián se acerca a la puerta pero mamá lo detiene tomándolo del brazo izquierdo.
—Tienes que dejar que los médicos se encarguen.
—Tía es mi madre la que está allá adentro, no la puedo dejar sola —responde él.
—Estando allá adentro solamente vas a estorbar —le dice Silas —. Quédate aquí hasta que los médicos salgan con noticias.
—Pero...
—Házlo Sebastián —le digo.
—Bien.
Los minutos comienzan a pasar lentamente y con cada minuto que pasa nuestra preocupación se vuele más y más grande.
Estoy demasiado nerviosa, necesito saber lo que está pasando allá adentro.
—Tu corazón late demasiado rápido, tienes que calmarte —me dice el vampiro —. Te podrías poner mal Veronica.
—No puedo calmarme, Silas tengo un mal presentimiento de todo esto —lo miro.
—Calma por favor...—me envuelve con sus brazos, me jala con cuidado hacia él y recargo mi cabeza en su pecho —. No quiero que mi tía Esther muera Silas.
—Tranquila.
Los minutos siguen pasando, la puerta de la habitación finalmente se abre y sale el médico que ha estado llevando el cáncer de mi tía por todo esté tiempo.

ESTÁS LEYENDO
Príncipe Vampiro
VampirPor más de un siglo los vampiros han sido controlados por un soberano, un rey. Pero llega un día en el que cada rey necesita dejarle el cargo a su sucesor para que la comunidad evolucione, para que trascienda a nuevos cambios que traigan más prosper...