Príncipe Vampiro

Capítulo 66

VERONICA

Ya ha pasado una semana desdé que me comprometí con Silas, absolutamente todos se pusieron demasiados contentos con la noticia.

En especial la señora Katrina, ella es la más emocionada por la boda.

Mi mamá, la ex reina y las hermanas Tepes ya se han puesto en marcha con los preparativos para la ceremonia. Todas ellas quieren echar la casa por la ventana en esto.

—¿A dónde vamos? —le pregunto a Silas.

—Ya te dije amor que es una sorpresa.

Desdé hace unos cuántos minutos hemos estado en el coche, desdé que salimos de casa Silas no me ha querido decir a dónde me lleva. Siempre me responde que será una sorpresa.

Estoy algo impaciente por saber que es lo que está planendo.

—Silas ya dime a dónde vamos, sabes que no puedo dejar a Blakgelus mucho tiempo.

—Calma masera, Blakgelus se quedo dormido. Además tu mamá se quedo con él.

—Esto de no saber a dónde me llevas realmente me está volviendo loca.

—No comas ansías, ya casi llegamos.

—Está bien...

Definitivamente yo no soy paciente para las sorpresas.

[....]

Silas ahora está conduciendo por un pequeño sendero rodeado de árboles, él sigue diciendo que ya casi llegamos a ese lugar. Yo ya me encuentro demasiado desesperada, me preocupa mucho dejar a Blakgelus con mi mamá y no es por que no le tenga confianza a ella para cuidar de mi hijo. Blakgelus comenzará a llorar cuándo tenga hambre y mi pobre mamá no podrá hacer absolutamente nada para calmarlo.

—Ya hemos llegado.

A lo lejos veo un pequeño arco de piedra con un dragón tallado.

—¿Dónde estamos?

—Ahora lo verás.

Cruzamos el arco de piedra, avanzamos un poco más y después los árboles me dejan ver una gran mansión.

—Oh por Dios...—digo.

Es una construcción de dos pisos, es de un color blanco muy bonito.

Silas estaciona el coche frente a la entrada.

—¿Qué lugar es esté?

El vampiro no me responde y solo baja del coche.

Abro mi puerta y hago lo mismo.

—Silas —me acerco al rey vampiro —.¿Dónde estamos? ¿Qué es esté lugar?

—Está era la pequeña casa de descanso de mi abuelo Blakgelus —me dice.

—¿La casa de descanso?

—Si, aquí mi abuelo venía cuándo no quería saber absolutamente nada del consejo.

—Pues siendo honesta... yo no le veo lo pequeña, esté lugar es sumamente enorme —comento —.¿Qué hacemos aquí?

—La Gran Anciana nos dió está casa.