capitulo 20: feliz

2K 129 21
                                    

Los dos se levantaron y como si por darse la mano fuera más fácil, salieron juntos. El plan no era hablar, era tratar de llegar hasta el auto sea como sea. Ori le había dicho a Julián que no quería hablar ni responder preguntas que la pusieran incomodas. Julián, siendo nuevo en todo este mundo, la apoyo y al llegar a los periodistas, fue el encargado de abrir camino entre ese mundo de gente preguntándoles de todo: "¿Qué paso Oriana?" "¿Quién es él?" "¿es tu novio?" "¿hace cuanto salen?"

En ese momento Oriana se freno, para responder y dejar las cosas en claro con un simple "es mi amigo". Por más de que ella moría por salir con el, en este momento eran amigos. Oriana miro a los periodistas, y todos se abalanzaron sobre ellos, pero antes de que hable, alguien que no esperaban les gano de mano.


Xx: es su nuevo noviecito. Saquen fotos, porque es su nuevo saliente!


Todos los periodistas voltearon hacia donde venia esa voz, al igual que Julián y Oriana. Félix. El había sido el dueño de esas palabras. Cuando los periodistas vieron que tenia ganas de hablar, olvidaron que tenían a Oriana Sabatini enfrente y rodearon al muchacho.


Ori: no! No! No lo escuchen! – Pero ya era tarde, casi toda la prensa rodeaba al chico y nada pudieron hacer. Julián la agarro – vamos, ya fue – le dijo y por fin pudieron subir al auto.


Ori: no no no! Felix va a contar todo....o PEOR va a empezar a inventar! Ya veo los titulares mañana, me quiero morir... en el lio que te meti Juli...perdón... - dijo apenada.


Juli: jajaja, ori, no me molesta que me nombre, que haga lo que quiera, nosotros y los que nos conocen saben muy bien como somos. Ya esta, por lo menos el pibe este sirvió para alejar a la prensa y poder salir.


Ori: hay veces que el remedio es peor que la enfermedad....este pibe no hace nada por bueno, anda a saber que dijo de mi, de vos.... Mira si lo escucha Devi o tu tia... que desastre!


Juli: ori, no te preocupes. Ya esta, no va a pasar nada, es un pobre pibe hablando, nadie le va a dar bola en lo que diga.


Ori: vos nunca te enojas? – le dijo dándole una pequeña sonrisa, Julián la miro y sonrió con ella, pero no le dijo nada. No hacia falta. – Me gusta – dijo sonriéndole.


Julián: que cosa? – le dijo viéndola a los ojos, apenas esbozando una sonrisa.


Ori: eso, que siempre le ves el lado positivo a todo. – habían llegado a la mansión, pero seguían arriba del auto, ahora ori se había girado para estar frente a frente con Julián. Estaba dispuesta a decirle todo lo que sentía, aunque ni ella misma sabia que sentía. – Julián, no se que es lo que me pasa con vos, pero me gusta estar con vos, - cerro los ojos y suspiro, se lo estaba diciendo, no había vuelta atrás. - la paso bien, me siento protegida, segura... yo no se que - no pudo hablar mas. Sus labios fueron callados por los labios de Julián. Se sentía tan bien. Rápidamente, Julián paso sus manos por la nuca de Oriana para evitar que se despegue de el, cosa que ella no pensaba hacer. El beso era lento, dulce, lo estaban disfrutando. Se despegaron cuando se quedaron sin aire.


Julián: me gustas – le dijo sobre sus labios. Para Oriana fue imposible no sonreír, sus labios estaban separados apenas por milímetros y ella fue esta vez la encargada de hacer desaparecer cualquier tipo de distancia para volver a besarse. Cuando se separaron, los dos se miraron a los ojos. No hacia falta decir nada, sus miradas lo decían todo. – Tenemos que bajar – dijo en voz baja. En realidad no quería que ese momento terminara nunca. Oriana asintió y abrió la puerta para bajar.


Caminaron los pocos pasos que había hasta la puerta de la mansión. Julián debía seguir camino hasta la casa de los caseros. Ori se paro en la puerta y se giro para verlo. – Bueno... eh... chau Juli, la pase muy bien – dijo acercándose para saludarlo. De repente la timidez la había invadido y no le salían las palabras. Julián le sonrió, como había estado haciendo toda la noche, la agarro por la cintura y le robo un beso corto en los labios.


Julián: yo también linda, buenas noches. – le dijo soltándola para que pudiera entrar a la mansión.

Oriana abrió la puerta y, después de volver a sonreírle por última vez en la noche, la cerró.

Yo te protejo - novela orianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora