Capítulo 13: Your house is haunted

82 13 1
                                    

Las madrugadas para Lavender Keller eran una tortura.
En su reloj se marcaban las doce. Pero sus ojos no querían cerrarse. Solo podía pensar en cuando sería que la van a volver a abandonar. En si alguna vez en su vida ha sido feliz. En si era suficiente. Pudo dormir por escasos minutos hace un momento. Pero soñaba que envejecía en edad. Más no en madurez. Y su yerna la mataba para quedarse con su dinero. Lo cual no tenía sentido. Porque ella no tenía intenciones de tener una famlia. Ni siquiera podía cuidar bien de sí misma. Menos podría con una criatura.
Además tampoco tenía dinero.

Vivía en un barrio de clase media baja. Casas pequeñas, pegadas unas a otras. Personas trabajadoras. O no tanto. Como era el caso de su padre. No tenía idea por que su madre le seguía permitiendo frecuentar su hogar. Era un lastre con todas sus letras.

Lavender recuerda como si fuera ayer cuando un golpe de la botella de cerveza de su progenitor le rompió el pómulo a los 12 años. Cree aún poder ver la cicatriz.
Claro que nadie sabía nada de eso. Nadie sabía donde vivía. O quienes eran sus padres. O que no tenía un centavo y toda su ropa y maquillaje era de segunda mano o de tiendas de liquidación.
Habían veces que no almorzaba para ir de compras con Stacy y Emma a finales de mes.
Tal vez su vida era una mentira. Pero era mejor que ahogarse en su realidad carente de amor o seguridad.
Jamás pensaba en eso. Exepto en las mediasnoches como aquella.

Un golpe fuerte en la puerta de afuera la sobresaltó.
-Maldita sea. No, no. No otra vez.-
Se levantó de un salto de su cama hecha un desastre. Y tomó una lampara cercana. Siempre era mejor ser precavido.
En el pasillo se encontró con su madre. Lucía ojerosa y ni siquiera la miró al caminar hacía la puerta de entrada.
-Mamá que haces.- Dijo sin detenerse en ninguna palabra, la mujer estaba inexpresiva, y buscaba las llaves. -Mamá que estas haciendo.- Los golpes continuaban y con más fuerza.
-Es tu padre Lavender.- respondió simplemente.
-¿Lo dejarás entrar? No ha regresado desde hace tres días. Apuesto que está ebrio y va a ponerse agresivo.-
-No puedo dejarlo afuera.-
-Oh, si puedes. Pero eres demasiado débil para hacerlo.- Al ver que ella no parecía querer detenerse continuó. Aterrada y recurriendo al último recurso-¿Cuando aceptarás que, además de ser un terrible padre, tambien te engaña con todas las mujeres que puede?.- Ella la fulminó con la mirada. Esa mirada de advertencia que usan todas las madres. Pero, dadas las circuntancias, había perdido efecto en Lavvnder.- Te golpea mamá, No hay que ser un genio para-.-

Una fuerte bofetada la interrumipó. Su madre estaba con los ojos llorosos y sus labios apretados.

-Eres una cobarde.- Susurró la joven mientras se acariciaba el lugar del golpe.-¡Dejalo entrar y que haga la mierda que quiera! ¡Hagan la mierda que quieran los dos!, ¡Yo me largo!.- Se alejó mientras levantaba los brazos en un ademán.

-¡¿A quien le hablas así maldita mocosa?!.-
Pero Lavender se encerró en su cuarto antes de que su madre pudiera golpearla otra vez. Sentía mucho miedo. Su padre seguía en la puerta, gruñendo incoherencias. Y sabía que no tenía mucho tiempo antes de que entrara. Metió en la mochila de la escuela lo primero que encontró en la cajonera que guardaba sus vestimentas. Se puso unas converse gastadas. Y salió de su casa por la ventana.

Corrió lo más rápido que pudo. Le dolía pensar que no era la primera vez que lo hacía. Y no tenía demasiados lugares a donde ir sin tener que explicar que su vida en realidad es una basura.
Solo conocía un lugar donde a nadie le importaba quien eras y qué tan jodida estaba tu vida.

Caminó hasta la parada de buses más cercana. Lista para escabullirse en una nueva fiesta.

👻👻👻

-No, de ninguna forma.- Replicó una muchacha de cabello claro en dos rodetes a cada lado.
-Vamos Gus será divertido.- Insistió
-No, vas a estar con Betty y voy a ser el mal tercio.-
-Betty no podrá venir.- Augustine lo miró, quisiendo matarlo por la forma descarada de mentirle para estar con ella. Seguramente Betty ni siquiera fue invitada en un inicio. No era prmera vez que James le hacía algo así. Y Augustine se sentía terrible.
-¿Y eso te hace pensar que es mejor idea?.- Le preguntó enfadandose.-Además, no soy una chica de fiestas y lo sabes.-
-¿James?.- Una voz masculina interrumpio tras ellos en la puerta de la ruidosa gran casa en la que se encontraban. El acuerdo era que Augustine iría a dejar a su amigo a la fiesta de cupleaños del capitan del equipo de futbol. Y luego se iría a dormir a casa. O a leer a Alejandra Pizarnik.
-¡Pensé que ya no vendrías!.- Se acercó a ellos.-Oh y por que no me presentas a tu compañera.- Miró a August de arriba a abajo, soriendole.- ¿Y Betty?.-
-Ella no pudo venir hoy.- Respondió el chico.
-Yo ya me voy.- August se dió la vuelta hacia el auto de sus padres que tomó prestado.
-¡Pero cariño no puedes irte!.- Le dijo el muchacho que acaba de conocer. Ella lo fulminó con la mirada. Odiaba cuando los hombres se pasaban de confianzudos.-Okey, lo siento, pero debes quedarte. Será divertido. Es mi cumpleaños, me rompería el corazón que te fueras.-
-Y el mío.- Lo apoyó James.
Odiaba tanto que la pusieran en esa situación. Augustine no sabía lo que era decir que no. Le costaba en demasía.
Suspiró.
-Bien.- El cumpleañero levantó un puño en el aire. Y James sonrió.
No sabía a qué estaba accediento. Y realmente no quería estar a solas con James. Pero ya había aceptado. Era tarde.

 Era tarde

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"¿No es lindo pensar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"¿No es lindo pensar...
Que siempre hubo un hilo invisible
atandote a mi?"
Gracias por leer hasta aquí
Nos vemos en el siguente capítulo

-Jo

You're On Your Own KidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora