Capítulo 17: Older but just never wiser

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Lavenderrrr

La...ven...deeerr...

Una voz la llamaba entre sueños...

Dormia en una nube violeta, mientras peces cruzaban en el cielo nocturno

Meet me at midnight...

¿Eran mechones rubios? ¿Era una tibia sonrisa?

-¡Lavender!.-
Oh.
No, solo era Stacy.

-Ya es tarde.- Le dijo la rubia.
A la más alta le dolía terriblemente la cabeza. Peor que cualquier otra resaca en su vida. No recordaba mucho de la noche anterior. Solo que había alucinado bastante jodido. Y que había tenido un encuentro divino o alguna mierda así. Porque juraba haber hablado con un querubín. O tal vez solo era su mente buscando consuelo, usando las drogas a su favor.

Se incorporó. Luego que los policías interrumpieran la fiesta como de costumbre. No sabe como pero saltó por la ventana. Gracias a Dios era un primer piso y no se rompio nada. Solo eso recuerda. Debió haber caminado a la casa de Stacy, que estaba a un par de manzanas. Aunque no se recomienda caminar de madrugada con LSD y vodka encima, Lavender ya era una profesional en hacerlo.

-Buenos...¿Dias?.- Le dijo a su amiga, tratando de aliviar la tensión.

-Debemos hablar.- Respondió muy seria.

-Claro.-
-No puedes seguir llegando ebria a mi casa.- Auch.-Debes entender Lav. Es una falta de respeto para mí y mi familia.-

Lavender no pudo evitar ofenderse. Se levantó del sofá, que estaba en la habitación de Stay, y se empezó a poner los zapatos.

-¿Que haces?.-

-Dejo de faltarte el respeto. Me voy. Ni se te ocurra llamarme luego porque no contestaré.-

-Lav...Sabes que odio que bebas. Y parece que volviste a consumir. Eso te va a matar. Y yo quiero evitarlo. Es por eso que-.-

-¿Te preocupas de mi salud?.- Soltó una risa sin gracia.- Pues ¿adivina qué? Las mierdas que tomas para no engordar también son drogas. Y vomitar putamente todo lo que entra en tu boca también te va a matar Stacy. Pero yo no ando jodiendote la vida. Porque son tus desiciones.- La chica se acercó sus tacones sonando por el piso de madera costoso de su habitación. Levantó un índice en el aire apuntando el rostro de su amiga.

-Lavender, con eso no.- Su voz sonaba cortada.

-¡Ah! ¿¡Contigo sí que tenemos que tener cuidado?! ¡Eres una puta inconciente! ¡Todo por haber nacido en esta mierda de jaula de oro!.- Hizo un ademán refiriendose a su habitación, y casa.- ¿¡Que pasa con los demás?! ¿¡Crees que yo vivo en una casa como esta!? ¡Pues no!.- El silencio reinó en la habitación.
Stacy no dijo nada.

-Ni siquiera tengo padres decentes, Stacy.- Siguió la más alta. Con lágrimas amenzando en salir.-Pero estás tan concentrada en tu mierda, en tú dolor. Que en todo este tiempo, no te diste cuenta.-

Stacy se veía tan mortificada. Con cada palabra se rompia lo poco de estabilidad que le quedaba. Parecía estar temblando, pálida. Lo único que resaltaba era su lapiz labial rojo como la sangre. En cualquier momento rompía a llorar. Y ya era tarde para que Lavender se arrepintiera.
Tomó su mochila de la escuela y salió de la habitación sin esperar que su amiga respondiera a algo. Aunque tampoco parecía querer hacerlo. La dejó con un nudo en el estómago y lágrimas en los ojos.

Escuchó a los padres de Stacy aproximandose a la habitación. Así que entró en el baño, ocultandose. Cuando ellos entraron. Ella salió. Y con mucho sigilo. También de la casa.

You're On Your Own KidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora