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Una semana pasó y la presión fue bajando, así como también la vida familiar por fin se dio en su máximo esplendor. Bin vivía ahora en casa de su omega, estaba junto a su hijo todos los días y compartían aquellos momentos que eran necesarios para su buena convivencia.

Padre e hijo eran inseparables.

Y pues ni hablar de Dong Min con su alfa, aquel omega era la persona más feliz del mundo porque era mimado y cuidado por la persona que más amaba en el mundo, después de su hijo claro.

Justamente ese día, la pareja se preparaba para una celebración importante en la vida de Bin y es que al fin, Eunbi le dará el divorcio. Esa tarde el alfa fue citado por la mujer para la debida entrega de los documentos.

La mujer fue clara: "no quiero tener ni una mierda contigo, te puedes ir al infierno".

No cabía ni la menor duda de que Eunbi estaba harta al igual que él, aunque claro, todo aquello se llevó a cabo bajo un trato razonable donde nuestra inteligente omega pidió una cantidad un tanto exagerada para dejarlo en paz y como a Bin le importa poco el dinero, tampoco le importa pagarle para que él pueda vivir su vida en paz con su omega.

-No vengas tarde, Bin. -su omega acomodaba su corbata y los cabellos de su alfa. Mirando a detalle lo guapo que se miraba a diario con esos trajes tan ajustados a su anatomía.

-Solo iré, firmaré, haré otros diligencias y regreso a casa, mi amor -besó a su omega dulcemente, dando pequeños mordisquitos en su labio antes de separarse.

Seung Min se hallaba en la entrada de la habitación, mirando como sus padres se demostraban cariño. Desde que el alfa apareció, no hubo momento en que su madre no tuviera cambios de humor repentinos, así como también, lo ha visto ser feliz inmensamente los últimos meses. Y puede ver en su padre un amor tan grande hacia su omega qué no hay forma de describirlo. Ellos se aman, más que cualquier cosa que se parara frente. Incluso, la distancia que hubo.

Tocó la puerta suavemente llamando la atención de los mayores, quienes con una sonrisa se giraron a él.

-Doyoung y yo ya nos vamos, solo quería avisarles -informó ya que ambos comenzaron a ir a tutoria de idiomas.

-Bajemos, que papá también tiene que irse -Seung Min sonrió, sabía a donde iba su padre y estaba igual que feliz que ellos.

-Ten cuidado con esa vieja loca, papá, cuidado se le suelta un tornillo -el alfa negó riéndose y lo abrazó.

-Espero durar 5 minutos con ella, nada más. No la soporto.

-Conmigo duras más de otro forma. -el omega susurró en su oído y de prisa bajó las escaleras, dejando a su alfa con una sonrisa y para su desgracia, Seung Min escuchó y... Y no es algo a lo que el chico le gustaría encontrarle explicación.

-¡Tengo 13 años, por Dios, mamá!

-Vamos, hijo.

En la entrada de la casa, ya estaba Dong Min llenando de besos a Doyoung quien se colgó del omega como koala. Los besos de su tío Dong Min eran los más llenos de amor y le gustaba que el pelinegro fuera afectivo con él.

-Mamá, ya -dijo el chico al ver a su tío y primo acercarse.

-Nada de eso, tu eres mi bebé. -dijo antes de separarse y darles una sonrisa. -Se van con cuidado, si necesitan que alguien los vaya a recoger, me avisan.

-Está bien, mami. -ambos chicos dieron un beso en la mejilla del omega y salieron.

-Prometo regresar temprano, amor -besó en los labios al pelinegro y este sonrió.

My Destiny |♡| Binwoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora