XXI 1/2

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Por si algún alma todavía lee esta historia.

Gracias.

....

—¡Qué le dijiste a Liam!— Gritó Zayn al entrar en la cocina, Gigi dio un salto en su lugar, cerró los ojos con resignación, pero no se atrevió a voltear para mirarlo. 

—N-nada, yo… Nos saludamos en la iglesia esta mañana, sólo eso. 

—¡No me mientas! — Se aproximó a ella y la tomó del brazo para hacer que le mirara a los ojos, Gigi comenzó a llorar, el rostro de Zayn se suavizó.

— Gigi, sólo dime la verdad ¿Sí? Prometo que no voy a enojarme contigo. — La joven temblaba mientras sollozaba inconteniblemente, estaba aterrada. Zayn cambió a una expresión preocupada. 

—Cálmate, todo está bien. Sé que hay algo que me estás ocultando, dímelo y así podremos solucionarlo juntos. Todo estará bien ¿Sí? — La rodeó con sus brazos con gentileza, Gigi sintió el corazón reconfortado, Louis tenía razón, Zayn era un buen hombre, jamás la había maltratado, podía confiar en él. 

—Zayn, yo… yo… — no podía hablar, sus palabras se ahogaban entre el llanto. 

 — Estoy embarazada — apenas pudo decir. 

Zayn se paralizó, definitivamente no esperaba escuchar algo como eso. 


No hacía falta que Gigi se lo dijera, Liam se dio cuenta en cuanto la miró, le sonrió con gentileza. 

-¿Cuántos meses tienes? - preguntó casualmente, Gigi lo miró sorprendida y nerviosa a la vez.

-T-tres. 

-Felicitaciones, es una bendición de Dios- Respondió él sin abandonar la dulzura que caracterizaba su voz. 


Tres meses, Zayn había roto la promesa que le había hecho hacía 4 años frente a Dios y se lo había estado ocultando durante todo ese tiempo, Liam estaba completamente decepcionado. Zayn lo había traicionado de la peor manera, quizás era el castigo del cielo por ir contra las leyes de Dios. 



Harry llevó a Louis a la feria ese día, el ojiazul lo había estado deseando desde hacía un tiempo, así que buscaron una muy alejada de donde vivía para que no tuviera miedo de que alguien pudiera reconocerlos. 

— ¿Ya quieres irte? — preguntó Harry, pero Louis no respondió, parecía distraído. 

— ¿Lou? — Le llamó tomándole del hombro esta vez. Louis le miró. 

— Hace frío, ¿Quieres irte ya? 

— Sí — respondió Louis mordiéndose el labio — Tengo frío, será mejor irnos — Harry asintió sonriendo y guió el camino de vuelta al auto. En realidad acababan de llegar, pero en seguida se percató de que Louis había estado tenso y ansioso, le soltó la mano en cuanto entraron y no quiso subirse a ningún juego. Quería irse, pero tenía miedo de que Harry se decepcionara de irse tan pronto así que no había dicho nada. 

— ¿Quieres que te lleve a tu casa? — preguntó Harry en cuanto subieron al auto. 

—Todavía es temprano, quedémonos un poquito más juntos — pidió Louis recargando su cabeza con suavidad sobre el hombro de Harry, quien sonrió enternecido, le tomó de la barbilla y le besó los labios con dulzura. 

—Te amo — Dijo Harry al separarse, Louis se sonrojó y desvió la mirada. 

Así terminaron teniendo un pequeño día de campo improvisado, bueno, no tan improvisado: Harry había preparado té y pastelitos por si algo como esos sucedía. 

Rezando y fóllando 7u7 +[Larry Stylinson] +Donde viven las historias. Descúbrelo ahora