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Capitulo 20, final

Miraba por la ventana, un camino conocido, que hace años no podía visitar... estaba sumido en sus pensamientos, su estómago se retorcía de los nervios que sentía. Su mente pensaba muchas cosas, su corazón le decía muchas cosas, pero no sabía a cual escuchar, estaba actuando instintivamente, por alguna razón su cuerpo necesitaba su otra mitad.

Fueron un par de horas y llegó a su destino.

— Esto no ha cambiado nada. — sonrió y dio un largo suspiro.

Esperaba estar en el lugar indicado, pero se sentía algo confundido, sus padres ya no vivían allí, no sabía que había pasado con su antigua casa.

De todas formas, tomó aire y comenzó a caminar... las cuadras del pueblo le recordaron como el y Naruto dejaron su marca en cada rincón. Su corazón latía con intensidad y su respiración no estaba del todo regulada.

11 años atrás, ese mismo día.

— ¿Cómo voy a saber que me esperarás aquí? — preguntó el pequeño Sasuke mientras reía suavemente por las ocurrencias de su mejor amigo.

— No lo sé... — encogió sus hombros. — pero estoy seguro de que en el momento, los dos sabremos. — asintió con seguridad.

Sasuke con miedo, tomó la mano del rubio y comenzó a acariciarla con delicadeza.

— Gracias por ser mi amigo... — susurró con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

fin del recuerdo.

...

Cuando llegó a la que fue alguna vez su casa, se quedó inmóvil por unos segundos. Pero no podía acobardarse ahora, todo había llegado demasiado lejos. Sentía sus piernas temblar, su cabeza creaba escenario tras escenario, debía arriesgarse.

No tocó la puerta, tan solo caminó hasta atrás y allí estaba, allí estaba...

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero se las aguantó. Camino cautelosamente y cuando lo alcanzó, se sentó en silencio al lado de Naruto.

Sacó de su bolsillo un papel doblado y se lo pasó al rubio.

El silencio siempre hablaba por ellos, se entendían de cualquier manera posible.

lo desdobló, era la otra mitad de la foto, una inevitable sonrisa se formó en su rostro.

— Sabía que me encontrarías. — El Uzumaki tomó la mano del azabache y la acarició tal como Sasuke lo hizo ese día.

— ¿Cómo pudiste entrar?

Naruto soltó una risa. — compré la casa el día en que Karin te encontró. — apartó su mirada avergonzado, pero para Sasuke, escuchar eso solamente hizo que el amor que le tenía, creciera a pasos agigantados, más y más, ni siquiera sabía que era posible amar tanto a una persona.

El Uchiha, aun en silencio, miró la caricia del rubio e hizo que sus dedos se entrelazaran suavemente, dejando sus manos juntas por primera vez.

Sus corazones se podían escuchar fácilmente, los dos estaban nerviosos y con los ojos cristalinos. La mirada de Sasuke volvió a los ojos de su gran amor, tomó su rostro con la mano libre que le quedaba, se quedó observándolo por unos segundos, miró sus labios y se acercó lentamente a ellos al igual que el rubio.

Enlazaron sus almas en un lento beso, mientras se besaban, juntaban sus cuerpos y se abrazaban mutuamente. Sasuke se separó unos centímetros, juntó su frente con la contraria y suspiró totalmente enamorado.

— También eres el amor de mi vida, Naruto Uzumaki...

Fin.