Corazón Oscuro (Libro 1 de trilogía "Latidos del corazón")

Capitulo 15

—Me gustas Irisha Ivanov—susurra sosteniendo mis manos mientras yo aun sigo paralizada por lo que acaba de pasar.

¿Nos hemos besado?

¿Cómo es eso posible?

El aire aun no vuelve a mis pulmones cuando son sus palabras las que vuelven a quitármelo, ¿yo gustarle? tenia mis sospechas pero nunca creí que enserio esto ocurriría.

—No estoy para bromas—digo perpleja haciéndolo sonreír, se ve tan lindo haciéndolo y no gruñendo a diestra y siniestra aunque...de igual forma se ve lindo.

—No es ninguna broma amore mio (mi amor)—besa mis nudillos, ¿Quién es este? y ¿Dónde esta el amargado de mi amigo?—, te estoy hablando con la verdad y nada mas que la verdad.

Asiento.

—Pero...—me detengo—, eso no es posible Marcello.

—¿Por que no?—pregunta.

—Por que tu extrañas a tu esposa—aparta la mirada ante esa mención—, Marcello cuando te conocí estabas al borde del colapso por esa mujer.

Y no es mentira, recuerdo verlo destruido.

—No hablemos de ella por favor—suplica pero yo niego.

—¿Cómo puedo creerte que te gusto cuando no eres capaz de hablar de ella?—suelto sus manos un poco dolida—, esta mas que claro que ella aun te importa.

Intento ponerme de pie y dar finalizado el tema pero él me detiene y vuelve a sentarme a su lado suavemente.

—¿Quieres que hable de ella? bien, ya no es difícil para mi hacerlo—vuelve a su pose seria de la cual ya estoy mas que acostumbrada—, yo si me enamore completamente de ella Irisha pero dudo que ella me haya amado como yo lo hice algún día.

Callo para que continúe.

—Conocí a Amanda cuando recién había cumplido mis 18 años, desde el primer momento que la vi yo quede mas que fascinado con ella porque se me hizo la chica mas dulce y hermosa que milagrosamente se fijo en mi como yo lo había hecho con ella—escuchar eso como que ya no me esta gustando—, nos volvimos novios en cuestión de meses y creí que éramos felices, realmente creí que lo era pero ahora me doy cuenta que quizás no fue así.

—¿A que te refieres?—pregunto.

—Éramos como polos opuesto a decir verdad, yo era el chico centrado y correcto que era instruido por su padre ya que seria el heredero de las empresas de la familia, mientras que ella era un alma libre y fugaz, le gustaba salir de fiestas, gastar dinero en cualquier cosa y salir con sus amigas, la verdad es que me acostumbre a ella y a su forma de ser, la ame tal y como era—sonríe de una forma triste—, ella estuvo siempre a mi lado, sobre todo cuando mi padre murió ella fue mi sostén, cuando obtuve el cargo de la presidencia a los 20 años también estuvo a mi lado apoyándome en todo pero de igual forma algo fallaba pero yo no quería verlo por el amor sin medida que le tenia.

No paso desapercibido que se encuentra hablando en pasado.

—Nos casamos meses después de tomar poder en las empresas y tiempo después Chiara llego a nuestras vidas y creo que no hay día que mas ame que el día en el que vi nacer a mi hija, jamás creí conocer la perfección hasta que la tuve en mis brazos—sonrió—, ella es lo que mas amo en esta vida pero no era lo mismo para Amanda, comenzó a ver a nuestra hija como un impedimento para hacer sus salidas, era una madre ausente para Chiara.

¡Que mujer mas jodida!

—Eso es cruel—escupo un poco molesta.

—Lo era y no sabes cuantas discusiones tuvimos los últimos meses, volvía noche a casa, no era capaz ni de cargar a Chiara, dejo de ser cariñosa conmigo y yo no soy ningún ángel ya que comencé a sacarle las cosas en cara pero a la vez me arrepentía por que la amaba—bufa molesto—, fui un grandísimo imbécil por dejarle pasar muchas cosas.