Narrado por Marcello
Estoy nervioso.
Cabe recalcar que yo muy pocas veces suelo ponerme nervioso pero en esta ocasión siento que mi corazón va a explotar.
¿El por que?
Temo porque a Irisha no le guste lo que he preparado para ella y se que suena ilógico porque ella es demasiado linda y se que cualquier cosa le gustaría, solo espero que sea feliz con todo este esfuerzo que hago. Me considero una persona seria y todo pero muy en el fondo tengo mi lado romántico y me es inevitable no mostrárselo a ella, es increíble como una persona puede mejorar tu mundo en cuestión de poco tiempo.
Vuelvo a ver la hora en mi reloj y me pregunto porque nunca llegan, de seguro Irisha le agarro la tarde como siempre.
Minutos después veo aparecer la camioneta negra y estacionarse justo a mi lado, Emilio baja del lado del piloto y me da un asentimiento de saludo para luego acercarse y abrir la puerta del copiloto donde se baja la mujer por la cual esperaba y por la cual mi corazón parece correr un maratón cada vez que la veo.
Sonrió porque simplemente luce preciosa.
En su cabello lleva una enorme chonga blanca que combina a la perfección con su vestido blanco ajustado hasta la cintura y suelto hasta la mitad de sus muslos. Su rostro va levemente sonrojado a pesar de que sobre sus ojos lleve una venda que cubre su vista, sus bonitos labios se estiran en esa sonrisa que tanto me gusta admirar, Irisha es una mujer muy hermosa.
Emilio la ayuda a bajar.
—Como me dejes caer Emilio dejare de regalarte de mis galletas—le amenaza haciéndome sonreír al igual que a mi guardaespaldas.
—No la dejare caer señorita—le responde este, todos caminamos hasta donde tengo la sorpresa—, voy a soltarla aquí.
—¿Marcello?—pregunta—, se que estas aquí.
Emilio se despide así que con delicadeza comienzo a soltar la venda que cubre los ojos de Irisha y susurrando a su oído.
—Estas preciosa amore mio—puedo ver como la piel de sus brazos se eriza.
Quito la venda suavemente dejando que ella observe el lugar. Justo ahora nos encontramos frente a una pequeña laguna que se encuentra dentro de un parque familiar, el campo es completamente verde adornado por enormes arboles frutales y flores de muchos colores dándole ese toque de color. Frente a nosotros se encuentra una enorme manta con la típica canasta de picnic, he ordenando perfectamente toda la comida sobre la manta como por ejemplo fruta, dulces y una botella de vino con dos copas.
También decidí comprarle un enorme ramo de tulipanes que estaba seguro que a ella le encantaría, una corazonada tal vez.
Me coloco a su lado viendo como ella observa todo con un brillo especial en sus maravilloso ojos verdes, la sonrisa no se borra de su rostro y es allí cuando se que la he sorprendido.
—Marcello...—dice sonrojada—, esto es...es bellísimo.
—Tal vez un picnic sea muy cliché pero, espero te guste—ella asiente varias veces.
—Es perfecto—dice rodeando mi cintura con sus brazos, dejo un beso sobre su frente—, es mas que perfecto.
—Entonces ven—la separo un poco y la guio a la manta para sentarnos.
—¿Tu hiciste todo esto?—pregunta sentándose lo mas cerca que puede de mi.
—Si, me gusta venir aquí porque hay una historia detrás de todo esto—digo pero la veo perdida observándome.
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Corazón Oscuro (Libro 1 de trilogía "Latidos del corazón")
RomanceIrisha, una joven encantadora pero con problemas de dinero encuentra una inesperada oportunidad al convertirse en la niñera de Chiara, la pequeña hija de Marcello, un hombre aparentemente distante pero con un corazón vulnerable. A medida que Irisha...