Capitulo 28

3.8K 191 1
                                    

Narrado por Marcello

Que bueno haber venido a este viaje porque en parte yo también necesitaba descansar, las cosas en la empresa están saturadas de trabajo y a veces me siento demasiado presionado para que las cosas salgan bien, un descanso no me vendría mal.

¿Pero de cual descanso estoy hablando? si a la mujer que traje no se le puede poner un stop a su energía.

Irisha me ha tenido de aquí para allá y he de admitir que me gusta, ella me hace sentir vivo.

Desde ayer que fue nuestro primer día aquí y le estuve enseñando a nadar me ha tenido la mayoría del tiempo en las piscinas o en la playa y es que el agua parece encantarle, si que hemos estado disfrutando y se puede notar en nuestra piel morena y en su caso un poco roja por tantos rayos del sol.

Se queja del ardor pero a la hora quiere ir a nadar otra vez, mujeres quien las entiende.

Doy un trago a mi bebida observándola mas que enamorado.

Esta noche insistió en que la trajera a una pequeña fiesta que se realizaría en la playa y henos aquí rodeados de personas desconocidas que disfrutan de la música del Dj, la iluminación de fogatas y muchos colores.

Irisha se ha alejado un poco de mi porque me negué a bailar lambada, un cosa es bailar una canción romántica donde es fácil moverse que bailar lambada donde debes de mover todo tu cuerpo con ritmo y a decir verdad yo no soy bueno en eso, yo me moleste, ella se molesto así que decidió acercarse a unas morenas latinas que por lo que observo se encuentran fascinadas con la belleza de mi Rusa y como culparlas cuando se ve tan bonita.

Su larga cabellera rizada va decorada con una corona de flores muy llamativas de esas que suelen usar los hawaianos al igual que el enorme collar que reposa en su pecho apenas cubierto por un top negro que deja mucho a la imaginación y eso es acompañado por una corta falda hawaiana  de tiras verdes que se mueve a cada paso que ella da revelando su corto short que es lo único que cubre sus largas y delicadas piernas.

Se ve como un sueño hecho realidad, me alegra que solo sea mi sueño.

Sus bonitos ojos verdes colisionan con los míos para hacerme una especie de seña de que ira a bailar con sus nuevas amigas, asiento viéndola alejarse un poco pero siempre manteniéndola a la vista.

Una canción al parecer reconocida comienza a sonar por todo el espacio donde la gente grita y rápidamente comienzan a bailar, yo claramente no veo a nadie porque me veo a mi mismo embelesado viendo a la mujer de mi vida.

Irisha comienza a moverse primero lento como acostumbrándose al ritmo de la canción que estoy seguro desconocía, ve a las demás mujeres y logra entender los movimientos porque no tarda nada en adaptarse, sus brazos se mueven con emoción, sus caderas se pasean en un movimiento hipnótico y lleno de sensualismo a pesar de que las mueve con rapidez, sus pies juguetes en la arena gracias a que sus piernas siguen la coordinación de su cuerpo, pero lo mas hermoso es ver la sonrisa en su rostro, incluso sus ojos se achinan un poco de lo feliz que se encuentra.

También sonrío al verla.

Todos los que bailan hacen un relajo total que no me molesta en lo absoluto siempre y cuando mi novia se encuentra feliz.

Siento mi teléfono vibrar en mis bolsillos y veo que es un mensaje de mi madre, me ha enviado un video.

—Hola papiiiiiii—en el video se puede observar de lleno el rostro de mi hija, sus mejillas sonrojadas y esos enormes ojos azules que le herede—, yo ti amo, ti amo a ti y a Isha ¿Cuándo vuelven?

El video se corta pero me cae otro, igual lo abro.

—Abu dice que te portes bien o no te dará galletas—dice con su voz dulcecita mientras ahora juega con un peluche de cerdito que creo Irisha le regalo—, tus galletitas me las comeré yo, así que pórtate bien.

Corazón Oscuro (Libro 1 de trilogía "Latidos del corazón")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora