Capitulo 19

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—¿Entonces no has visto The walking dead?—le pregunto indignada.

—¿Es una película?—me responde con confusión.

—¿Haber eres estadounidense y nunca has visto The walking dead?—niega confundido—, ¿y tu en que planeta vives?

Eso lo hace reír.

Luego de ver la no muy agradable escena que estaba compartiendo Marcello decidí alejarme de eso, no iba hacerme daño a mi misma con algo que de seguro no tiene importancia pero que de igual forma duele.

Un poco incomoda con tanta gente decidí alejarme del coctel saliendo a los jardines principales donde casualmente me encontré con Noah.

Por lo que se de él desde hace unos 10 minutos es que su nombre es Noah Davis y que es estadounidense, es hijo de uno de los invitados del coctel y por eso se encuentra aquí un poco obligado ya que no le gusta estar en fiestas, hemos coincidido y ahora estamos hablando aquí de cualquier tontería como si fuéramos amigos de toda la vida.

—De pequeño nunca me dejaban ver la televisión y ahora un poco mayor apenas y tengo vida a parte de mis estudios como para distraerme en ver caricaturas—se encoje de hombros despreocupado.

Analizándolo bien es un chico bastante guapo, delgado, ojos grises y un despeinado cabello rubio, el típico gringo amigable.

—¡Que no es una caricatura! contigo no se puede—finalmente me detengo de instruirlo a las buenas series, es un caso perdido—, ¿tienes novia?

Me mira burlesco.

—Óyeme Rusita, eres una chica preciosa y digna de admirar pero lastimosamente para ti tengo una increíble novia que me espera en mi país—ruedo los ojos al escucharlo—, por favor no intentes suicidarte con la noticia.

—¡Eres un engreído!—digo empujando levemente su hombro—, que no me interesas de esa manera, solamente preguntaba.

—Pues si ese es el caso, si tengo novia—dice con un brillo especial en sus ojos—, ella y tu se llevarían muy bien, son igual de entrometidas.

—¡Noah!—lo riño cuando toma el teléfono que movía entre mis manos ya que siempre me gusta estar al pendiente del monitor de Chiara, lo veo escribir con rapidez y cuando me lo entrega me doy cuenta que se ha agendado su numero—, ¿y esto?

—Me gustaría tener una amiga Rusa e Italiana—lo miro con una sonrisa—, escríbeme y pueda que lleguemos a tener una bonita amistad.

—¡Eso me encantaría!—digo emocionada.

—Irisha—mi cuerpo se paraliza al escuchar esa voz, esa ronca voz que es capaz de dejar frio al mas cuerdo cuando se escucha de ese modo.

Me pongo de pie para observarlo sintiendo como Noah también se pone de pie a mi lado, ambos nos encontrábamos sentados en la glorieta donde casi ya no llega la luz de la casa.

Cuando buscaba un lugar tranquilo llegue hasta acá pero ya estaba ocupado por Noah, así fue como comenzamos hablar.

Aunque este oscuro por la falta de luz puedo ver a la perfección la molestia en el rostro de Marcello y se lo que se avecina.

—¿Dime?—pregunto tan seria como él cruzándome de brazos, creo que Noah logra sentir la tensión en el ambiente ya que decide hablar.

—Creo que sobro aquí así que los dejo solos para que conversen—asiento hacia él—, un gusto conocerte Irisha y prométeme que me escribirás.

—Por su puesto que lo hare—le digo con una sonrisa sincera en el rostro, Noah me sonríe por ultima vez antes de comenzar alejarse y dejarme sola con el tempano de hielo frente a mi—, ¿Qué quieres Marcello?

Corazón Oscuro (Libro 1 de trilogía "Latidos del corazón")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora