Capitulo 22

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Narrado por Ofelina

—¿Puedes darte prisa? el taxi que nos espera abajo de seguro ya se arrepintió y nos dejo—se queja mi amiga mientras termino de aplicar brillos en mis ojos.

—Tu no eres quien para juzgarme, también tardas en arreglarte así que no te quejes que ya estoy—digo guardando todo rápidamente en mis cajones para echarme un rápido vistazo en el espejo.

Mi maquillaje es perfecto.

Me giro desfilando y mostrándole mi outfit a Irisha que me observa con orgullo, la veo tomar una cámara de esas que te toman fotos instantáneas.

—Estas preciosa, esto debo guardarlo como recuerdo—se acerca para que yo aparezca en su fotografía, ambas posamos divertidas—, ¡di, no voy a beber!

Ruedo los ojos mientras ella toma la fotografía y rápidamente la cámara lanza un papelito que supongo será la fotografía, ella lo agita sonriente.

—Prometo no emborracharme siempre y cuando tu me aceptes un trago ¡no me dejes beber sola!—niega rápidamente—, vamos Irisha, no seas mala—, me quejo indignada.

—Lo discutiremos allá, mejor demoños prisa—toma sus cosas y yo las mías mientras bajamos por las escaleras, evitamos pasar por la sala de estar porque no queremos que la señora Greta nos riña por nuestros cortos atuendos.

Cuando llegamos al estacionamiento el taxista nos lanza una mala mirada para luego señalar su reloj, hombre que no tiene paciencia.

—¿Estas lista para divertirte?—le pregunto a mi guapa amiga.

—¡Muy lista!—me responde emocionada.

...

—¡Esta música me encanta!—chilla Irisha mientras la música de Marshmello inunda todo el lugar.

—Vente que necesitamos bailar—le grito fuerte para que me escuche pero dudo que lo haya echo.

Este lugar esta a reventar y tengo miedo a que podamos perdernos y por eso es que tomo su mano y la arrastro entre las personas que bailan para hacernos un huequito a nosotras mismas.

Cuando encuentro el espacio ideal bajo las luces neón, no muy al centro del alboroto y cerca de la barra se que he encontrado el puesto justo.

—¡Suéltate amiga!—le grito a Irisha que en cuestión de nada comienza a dar saltos y a bailar, rápidamente le sigo el ritmo.

Siempre me he considerado una persona poco sociable pero con Irisha me siento diferente, enserio puedo sentir que es mi amiga ya que sigue mis locuras y siempre esta allí para mi, se que tenemos poco tiempo de conocernos pero ella es de esas personas que te da alegría tenerlas a tu lado, estoy comenzando a tenerle mucho cariño, espero y seamos amiga por mucho tiempo mas.

...

Ya a las dos horas que estamos aquí yo ya llevo un poco de alcohol corriendo por mi sistema y afortunadamente Irisha igual, al fin acepto un trago que le ofrecí. No es que quiera emborracharla, pero un trago de vez en cuando te ayuda a liberar el estrés y por su relación con el jefe, vaya que la mujer se la ha de pasar estresada.

Aun no puedo creer la relación entre ellos, el señor Caruso es un hombre antipático y molesto desde que la señora Amanda lo dejo, para nadie es una novedad que ella es la causante de todo el estrés y sufrimiento del señor, pero como dice el viejo dicho "nada es para siempre" y creo que esa frase se la lleva mi amiga que llego para cambiarlo todo, gracias al cielo la señora se fue, era una mujer insoportable y mala con Chiara.

El señor Caruso es un buen hombre, un buen padre y últimamente que esta con Irisha en sus ojos puede percibirse la felicidad que siente, el hombre es feliz y agradezco a Irisha por eso y ni hablar de la felicidad de mi amiga, de lejos se puede notar lo enamorados que están, solo espero que su amor sea para siempre.

Corazón Oscuro (Libro 1 de trilogía "Latidos del corazón")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora