―¿Qué te ha dicho el médico?
Jiang Cheng miró a su hermana y luego a Lan Xichen, que yacía en la cama inconsciente tras caer del árbol.
―Que soy un maldito superhéroe. Llegué justo a tiempo para ayudarlo. Sólo tiene una ligera contusión en la cabeza y heridas superficiales en los brazos.
―¿Y tú?
―Yo... Necesito unos analgésicos... y más hielo―suspiró mientras sostenía una bolsa de hielo en la mano y se la colocaba en la sien.
Jiang Cheng había interceptado la caída y se había llevado la peor parte. Le dolía todo el cuerpo.
―¿Quieres que me quede a vigilar a Lan Xichen? Puedes irte a descansar.
Jiang Cheng negó con la cabeza.
Quería ver a Xichen abrir los ojos. El médico le dijo que era habitual que perdiera el conocimiento en estado de shock.
―¿Los niños?
―Están con A-Xuan. Han ido de compras. He decidido que hoy voy a cocinar mi especialidad: Sopa de loto con costillas de cerdo.
Lan Sizhui había estado muy preocupado por su tío y Jiang Cheng le había prometido que todo iría bien. Desesperado, llamó al médico y a Yanli. Su hermana llegó con su marido lo antes posible. Fue Jiang Yanli quien entonces contuvo a los niños.
―Gracias, A-Jie.
Yanli le sonrió. Estaba atenta a su hermano y no quería que Jiang Cheng se esforzara demasiado.
―No tienes nada que agradecer. Lo importante es que te recuperes y que Lan Xichen despierte.
―Sí―suspiró.
Jiang Cheng se acercó a Xichen y se sentó al lado de la cama.
―Te traeré más hielo.
―A-Jie... Espera. No quiero preocupar a Wei Wuxian ni a Lan Zhan, pero todo esto ha ocurrido en su casa y tienen que saberlo.
Yanli asintió.
―Lo llamaré.
―Dile que hablaré con él más tarde.
Jiang Yanli salió de la habitación en silencio.
Jiang Cheng contempló a Lan Xichen durante un buen rato. Lo que había ocurrido había sido peligroso. ¿Qué habría pasado si no hubiera alcanzado a Lan Xichen? Jiang Cheng volvió a suspirar y miró al techo.
No podía quedarse quieto. Tenía que hacer algo. Miró de nuevo a Xichen y se levantó. Dejando a un lado la bolsa mojada, tomó unas toallitas húmedas y limpió la cara de Xichen.
―Xichen...― llamó suavemente y obtuvo como respuesta un parpadeo de sus ojos cerrados.
Jiang Cheng acarició la piel magullada con el paño, sacando la suciedad que pudiera infectar las heridas.
―Escucha, quiero que despiertes. Tengo que regañarte por tu estupidez. Necesito que despiertes porque mi hermana hará la cena y preparará la mejor comida que puedas imaginar. Quiero que despiertes para mirarte a los ojos...
Esos ojos que parecían llegar hasta su alma.
Pero Lan Xichen seguía inmóvil. Jiang Cheng sintió angustia. ¿Y si el médico estaba equivocado? No. No podía seguir por ese camino. No cuando el médico le aseguraba que Xichen recobraría el conocimiento en cualquier momento.
Jiang Cheng dejó el paño sobre la mesita de noche y empezó a dar vueltas por la habitación.
―Está bien. ¿No quieres despertarte? Entonces hablaré de ti. D-de las cosas que no me gustan... ―dijo nervioso―. No me gusta... Que seas demasiado educado. Tu familia exagera demasiado. Aunque tu tío ha demostrado ser más flexible―. Jiang Cheng se detuvo y miró a Xichen. Nada. Todo seguía igual―. Bueno... No me gusta que seas tan perfecto. ¿Qué les pasa a los Lans? ¿Nunca se equivocan en nada? Dijiste que sólo sabías cocinar platos básicos pero tu comida era digna de una estrella Michelin― ¿qué estaba haciendo? Si su hermana lo encontraba balbuceando, pensaría que se había vuelto loco. Además... ¿Qué más podía decir? A Jiang Cheng le gustaba todo de Lan Xichen. Incluso las cosas más ridículas.
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Persuasión Y Sentimientos (XICHENG FANFIC)
FanfictionJiang Cheng no buscaba un cuento de hadas. Solo quería un amor duradero y serio. Lo habían llamado un hombre malhumorado y aburrido, ¿Quién se interesaría en él? Claro que Jiang Cheng no había anticipado que se sentiría muy atraído a Lan Xichen. Sin...