15- (Lan Xichen, Jiang Cheng)

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Lan Xichen se había reunido con Nie Mingjue en un bar de temática occidental en el centro de la ciudad. Estaba anocheciendo y el local se había llenado. Habían pedido bebidas y una bandeja de aperitivos.

Habían estado hablando del trabajo, de la familia y de sus vidas. Ahora, los dos habían llegado al punto más importante de su charla. O eso pensaba Lan Xichen mientras observaba a Mingjue inquieto.

―Hace tiempo que no sé nada de A-Yao.

―Y no lo harás si él no quiere ser encontrado―gruñó Mingjue.

Lan Xichen miró a Nie Mingjue con preocupación.

Las cosas entre sus dos amigos se habían complicado aún más. Mingjue le había dado a A-Yao algún tiempo antes de hablar de sus sentimientos, pero Jing Guangyao seguía esquivándolo.

Prácticamente había desaparecido del radar.

―Entonces... No lo has visto. Lo siento, A-Jue.

Nie Mingjue bebió de su cerveza y sacudió la cabeza.

―En realidad lo he visto.

―¿Qué?― La sorpresa llenó la voz de Lan Xichen. Estaba muy confundido. Esperó que Mingjue siguiera.

―Hace dos semanas los Wen celebraron una fiesta.

―Espera, ¿una fiesta?― eso era extraño. Aunque no eran socios comerciales, las familias importantes de la región siempre estaban invitadas. Sobre todo por el simple hecho de que ciertas familias, como los Jin o los Wen, hacían gala de su opulencia y sus logros. Pero... Wanyin tampoco había ido. Sin embargo, pensándolo bien, aunque su hermana era parte de la familia Jin seguía siendo Jiang. Podía representar los dos apellidos a la perfección―. ¿Por qué no fui notificado de esto?

Nie Mingjue se rió al ver la incertidumbre en el rostro de Lan Xichen.

―Si crees que los Wen no invitaron a los Lan estás muy equivocado. De hecho me encontré con tu tío en la fiesta.

―¿Shufu?

No puede ser. ¿Por qué su tío no se lo dijo?

―Sí. Lan Qiren en persona. Y déjame decirte que tu tío parecía estar huyendo de Wen Ruohan.

Toda esta información le estaba causando algo más que confusión. Lan Xichen ya estaba mareado.

―No entiendo...

Mingjue se encogió de hombros.

―Yo tampoco. Deberías preguntárselo tú mismo. Pero no estamos hablando de tu tío. A-Yao también estaba en la fiesta―sentenció.

―¿Buenas noticias para ti?

―No exactamente. Yo... Estaba teniendo una conversación acalorada con Wen Xu. El idiota tiene un fetiche muy particular y le encanta sacarme de quicio.

Lan Xichen se volvió a mirarlo.

―¿Wen Xu y tú...?

Nie Mingjue suspiró pesadamente.

―Fue sólo un par de veces... Y fue antes de enamorarme de A-Yao. No me mires así Xichen. Imbéciles se me acercan y yo voy a ellos de buena gana. Apesta. Lo sé.

―No, no... No puedes culparte―no sabía qué decirle a su amigo. En cierto modo, Mingjue se sentía atraído por gente con ese tipo de personalidad―. Y A-Yao los vio...

―Hizo mucho más que eso. Llegó sólo para oír cómo Wen Xu me proponía salir de esta fiesta de mierda. Sus palabras, no las mías. Y recordar viejos tiempos.

Persuasión Y Sentimientos (XICHENG FANFIC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora