Lan Xichen no podía dejar de preocuparse por Wanyin. Jiang Cheng no había llegado a la hora señalada y cuando Yu Ziyuan les informó de que Wanyin se había marchado más temprano, las alarmas empezaron a sonar en él.
Lan Xichen Lo había llamado desesperado y le había enviado mensajes, pero sólo había recibido silencio del otro lado.
Wei Wuxian también había intentado comunicarse, pero fue en vano. Wanyin podía estar leyendo los mensajes pero no tenía ningún deseo de responder.
Incluso Yu Ziyuan había emprendido la misma tarea pensando que su hijo le respondería, pero tampoco.
Cuando su preocupación llegó al punto de querer subirse a su coche y recorrer la ciudad en busca de Wanyin, Lan Xichen recibió un mensaje esperanzador de jiang Cheng diciéndole que llegaría tarde pero que estaría allí.
Lan Xichen esperó fuera de la casa. Al cabo de un rato, las luces de un coche entrando en la residencia de su tío lo llenaron de alivio.
¡Era Wanyin!
No quiso esperar más.
El coche se detuvo y Lan Xichen fue a su encuentro.
Jiang Cheng salió del coche con un semblante que lo asustó. Parecía como si hubiera llorado recientemente.
―Wanyin. ¿Qué ha pasado?
Pero Jiang Cheng se limitó a mirarlo con vulnerabilidad y dijo suavemente.
―Abrázame, Xichen.
Y así lo hizo.
Lan Xichen se inclinó hacia delante y lo abrazó con tanta urgencia y fiereza que oyó a Wanyin respirar hondo mientras le devolvía el abrazo.
***
―¡Jiang Cheng!―exclamó Wei Wuxian―. ¿Qué ocurrió? ¿Por qué has estado llorando?
―Wuxian... Dejemos que Wanyin se siente y así podremos oír lo que tiene que decirnos.
A Wei Wuxian no le convenció la petición de su cuñado, pero asintió porque no podía oponerse. No le gustaba ver esa expresión de abatimiento en su amigo.
Todos los presentes permanecieron en silencio. Incluso Yu Ziyuan observaba toda la situación con cautela. A Jiang cheng nunca le había gustado ser el centro de atención y menos ahora. Maldita sea, vio a su madre y supo que se estaba conteniendo para no hablar.
―Yo... Xichen, prefiero quedarme de pie. Llevo unas horas conduciendo y estoy bien así.
Lan Xichen se colocó a su lado y Jiang Cheng se sintió rodeado por su apoyo.
Jiang Cheng dirigió su mirada a Wei Wuxian:―Prométeme que en cuanto termine de hablar no saldrás de esta casa.
Wei Wuxian frunció el ceño.
―Me estás asustando. ¿Por qué iba a...?
―Prométemelo, A-Xian.
―Jiang Cheng no puedes pedirme esto. No cuando tú-
―Wei Ying― pidió Lan Zhan.
Wei Wuxian no estaba convencido pero asintió, resignado.
―Lo prometo.
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Persuasión Y Sentimientos (XICHENG FANFIC)
Fiksi PenggemarJiang Cheng no buscaba un cuento de hadas. Solo quería un amor duradero y serio. Lo habían llamado un hombre malhumorado y aburrido, ¿Quién se interesaría en él? Claro que Jiang Cheng no había anticipado que se sentiría muy atraído a Lan Xichen. Sin...