Wei Wuxian podía escapar. Su libertad estaba a sólo unos pasos y si salía por esa puerta podría buscar ayuda. Pero no lo haría. No dejaría solo a Jiang Cheng.
Jiang Cheng estaba inconsciente y Wei Wuxian intentó acercarse a él, pero Su She se lo impidió. Tenía un arma. Y el arma siempre apuntaba a Jiang Cheng.
Wei Wuxian había encontrado unos papeles con números y códigos pertenecientes a la Compañía Lan. Cuando se dio cuenta de que era la prueba que necesitaban para que Su She les dejara en paz, oyó un sonido extraño. Llamó a Jiang Cheng pero no obtuvo respuesta de su amigo. Esto le alarmó y asustó. Dobló los papeles y se los guardó en los bolsillos del pantalón. Caminó cautelosamente hacia Jiang Cheng. La imagen que tenía delante lo hizo estremecerse.
Jiang Cheng estaba desvanecido en el suelo, y tenía sangre en la parte posterior de la cabeza. Al ver el arma que Su She sostenía en la mano, supo cómo fue hecha la herida.
―Maldito seas, hijo de puta. Déjame ver cómo está.
Su She tenía la ventaja. Sus ojos eran salvajes. Y su semblante era de un estado muy alterado.
―No tienes modales. Qué tal un por favor. Te recuerdo que estan en mi propiedad. Tengo todo el derecho a protegerme de quienes entran sin mi permiso.
Wei Wuxian dio un paso pero Su She tarareó negativamente.
―Yo en tu lugar me quedaría quieto.
Wei Wuxian se mordió los labios.
―Está sangrando. Necesito asegurarme de que está bien. Por favor...
―Oh. ¿Qué diría Lan Wangji de que su amado esposo le ruegue a la persona que trató como basura hace un mes?
―Deja a Lan Zhan fuera de todo esto.
―¿Dejarlo fuera? Pero tú mismo y este idiota han hecho mi camino más fácil. Esos estúpidos reporteros se rieron en mi cara cuando intenté exponer tu vergonzosa aventura con uno de los herederos de la compañía Lan. Pero no les importó. Igual que no les importó que el presidente de la compañía estuviera con el hijo del presidente de Yu Corp.
―¿Qué esperabas? ¿Una acusación pública? No somos nadie para esta sociedad.
Pero Su She sacudió la cabeza. Sus manos temblaban y Wei Wuxian temía por la vida de Jiang Cheng y la suya.
Mierda. No era la primera vez que alguien le apuntaba con un arma. La última vez, Lan Zhan puso en riesgo su vida, siendo un escudo humano para Wei Wuxian. Esa fue la primera vez que se dio cuenta de que amaba a su marido. Y ahora, la vida de su mejor amigo estaba en peligro. Había sido muy imprudente. Había sido demasiado idiota pensando que tenía todo bajo control.
Era su culpa que Jiang Cheng estuviese herido.
***
Había pasado un tiempo.
Tiempo en el que Wei Wuxian escuchó todas las diatribas de Su She. No podía exigir nada. Su She necesitaba mostrar su poder.
Wei Wuxian desvió la mirada hacia Jiang Cheng. Quería comprobar cómo estaba, pero la vigilancia de Su She se lo impedía. Se mantuvo lo más cerca posible de su amigo.
Despierta, pensó. Pidió. Rogó.
―Asquerosamente ricos. Piensan que tienen la libertad de hacer lo que quieran, mientras que el resto de nosotros tenemos que servirles. He tenido que aguantar a gente como ustedes toda mi vida. Pero me estoy haciendo rico gracias a su estúpida ignorancia.
ESTÁS LEYENDO
Persuasión Y Sentimientos (XICHENG FANFIC)
FanfictionJiang Cheng no buscaba un cuento de hadas. Solo quería un amor duradero y serio. Lo habían llamado un hombre malhumorado y aburrido, ¿Quién se interesaría en él? Claro que Jiang Cheng no había anticipado que se sentiría muy atraído a Lan Xichen. Sin...