12 ( Jiang Cheng, Lan Xichen)

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Jiang Cheng se puso al día con Wei Wuxian.

Prácticamente Jiang Cheng había vivido unos días en casa de su amigo. Tanto, que se murió de mortificación cuando oyó los gemidos ahogados de Wei Wuxian por dos noches seguidas.

Estúpido gremlin.

El pequeño Sizhui dormía profundamente, pero no era el caso para Jiang Cheng.

No quería saber nada de ese tipo de intimidades y así se lo hizo saber a Wei Wuxian.

―Me voy.

―¡No!

―Ya me he quedado bastante tiempo y no toleraré otra noche contigo gimiendo el nombre de tu marido.

Wei Wuxian estaba sentado frente a él, en la cocina, mientras terminaban de desayunar. Su amigo se sintió avergonzado pero sólo le duró unos minutos.

―¡Aiya!No seas así A-Cheng. Ya me disculpé contigo. Sabes que soy débil a los besos de mi Lan Zhan.

Después de haber dormido tan poco la noche anterior, no sentía piedad por Wei Wuxian.

―Claro que eres débil... ―escupió―, pero no solo a sus besos, pervertido.

Wei Wuxian estaba ofendido pero tenía una sonrisa de malicia que desmentía su actitud.

―¿Qué pasa contigo y Lan Xichen?

―¿Qué hay de nosotros?

―No creas que no los veo escapándose para estar solos.

Jiang Cheng era un rehén en la casa de Wei Wuxian, y lo único que calmaba sus nervios era la presencia de Lan Xichen que venía a visitarlo.

―Al menos somos más discretos.

―Oh, sí. Paseos románticos a la luz de la luna en nuestro jardín. Besos de primavera― retruco Wei Wuxian con voz soñadora.

Jiang Cheng sintió el bombardeo de los recuerdos y sus mejillas empezaron a arder. Había tomado el camino de los cobardes cuando escapó después de besar a Lan Xichen pero eso no impidió que Xichen buscará el momento oportuno para besarlo después de eso, y Jiang Cheng... bueno, estaba muy seguro de que no se perdería esa caricia bajo ningún concepto. Lan Xichen era tan hábil en sus besos que las piernas de Jiang Cheng temblaban hasta el punto de aferrarse al cuerpo del otro como un salvavidas.

Wei Wuxian interrumpió sus pensamientos, diciendo:

―Me pregunto por qué Lan Zhan y yo no tuvimos momentos así...

¿En serio?

―Será porque te perseguía un par de contrabandistas, se escondieron por un tiempo y luego todo su amor se redujo a estar cachondos en la cama.

Wei Wuxian se rió y se encogió de hombros.

―Lo dices como si fuese algo negativo. Fue una gran aventura conocer a Lan Zhan. No cambiaría eso por nada del mundo. Bueno...―arrugó la nariz―. Excepto por los contrabandistas y por el idiota de Jin Zixun.

Jiang Cheng dejó a una lado su taza de café mientras ponía sus ojos en blanco. Sabía que Wei Wuxian contaría sus días en el oriente junto a Lan Zhan, y jiang Cheng no estaba dispuesto a ser su oyente.

Se levantó y empezó a alejarse ante el asombro de Wei Wuxian.

―Eh, A-Cheng... ¿Por qué te vas?

―¿Y todavía preguntas?

―Vamos. ¿No quieres oír cómo vivimos el comienzo de nuestro amor con mi Lan Zhan?

Persuasión Y Sentimientos (XICHENG FANFIC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora