La hechicera evoca sus dones de empatía, siente dolor en su interior, culpa. Los adultos se miran, esperan la reacción del otro, el niño vocifera la importancia de marchar antes de la llegada de los destructores de su hogar. El sanador busca la comprensión en esos ojos esmeralda, se inquieta por su opinión, su odio y desconfianza. La mirada de Morgana pesa en todo su cuerpo y dirige la propia hacia el suelo. La pena por aquel extraño la invade, ningún hombre bajó la mirada ante la suya, nunca.
Un grito de batalla inunda sus oídos, la rústica cabaña se incendia, el humo se esparce alrededor, tocen perdiendo el aire, ella toma la mano del niño para escapar de los captores. Kroll agarra los utensilios, pócimas y, por supuesto, el huevo de dragón, para huir al bosque si es necesario.
—¿Qué pasa?
—Los asesinos de nuestra familia nos encontraron.
Los guia hacia atrás donde descansa la yegua,montados en el animal una flecha hiere el brazo del hombre. Desenvaina suespada y lucha contra los atacantes. Dos más aparecen de súbito, sin darletiempo a pensar en una estrategia adecuada, así que solo da un toque a su fielacompañante para que galope hasta encontrarse a salvo. Vislumbra las siluetas alo lejos, recibe una apuñalada encima de la herida. En un movimiento derriba alagresor, luego otro lo asfixia, el tercero le propina un golpe en el estómago. Nopuede respirar, cae al suelo, busca el arma, la alejan de una patada. Listo para morir, una fuerza mayor arrasa con los rivales y los ve tirados en el suelo, sin poder moverse.
—Morirán como lo hicieron los de la aldea vecina— declara Ilios, furioso.
El guerrero quiso volver y vengar a sus amigos, Morgana le suplica —debemos irnos.
Agarra las riendas y huyen cuanto antes. Azotado por la pérdida, una lágrima desciende, los cazadores pagarán con sangre. Encontrarán la muerte. Ha comenzado la cacería. Morgana no emite ni un sonido, comprende a la perfección su sufrimiento, se mantuvo en silencio hasta llegar al destino después de unas largas horas.
La fiel compañera, ya cansada, se acuesta en la suavidad del pasto y los tres se desploman agotados del viaje, seguros del camino que aún deben recorrer para tomar distancia de los asesinos. Kroll se adentra un poco en el bosque y llora, por Nala, a la que quería como una madre, por el jefe, a quien apreciaba como un hermano, todos murieron por nada.
Bram ve a la cría en formación, lo toma y lo admira como si fuera la primera vez. Algunos recuerdos vienen a su memoria, su padre lo llevaba al acantilado, veían a los dragones y el niño soñaba con el día del torneo y en la selección de su propio dragón. Un día volaría en uno y enorgullecería a su familia, para luego convertirse en el líder de su gente. El infante ve la llegada del hombre y se aleja dando pisotones.
El sanador no entabla conversación con ninguno de ellos, recoge algunos suministros e incluso muérdago para curar sus heridas, lo guarda todo en una bolsa y tapa la marca con un pedazo de tela blanca. Encuentra calma en el misterioso silencio del bosque. Nala decía que los dioses estaban viéndolos, alojados en los troncos de los árboles, sonríe ante el recuerdo, el corazón duele y continúa con sus tareas. La noche los sorprende y acampan. Encienden una fogata y comen en silencio.
—Creo que nuestros caminos deberían separarse, desde que aparecieron solo han traído desgracias, están condenados. Los dejaré en la mañana e iré tras esos asesinos.
—¿Cómo lo harás? Eres uno solo y ellos son tres.
—Eso qué te importa.
—Sí me importa, tus amigos murieron por nuestra culpa, además no tienes poderes, ni armas que puedan derrotarlos fácilmente.
—Ese no es tu problema.
Algo en su interior le dice que no puede dejarlo morir en vano y tan inútilmente —necesitamos de ti, eres un sanador y muchas de tus pociones nos ayudarían.
—¿Estás loca?, es un desconocido, deja que se vaya— protesta su hermano.
—Por primera vez estoy de acuerdo con el chiquillo— dice Kroll.
—No, por alguna razón nuestros destinos se han juntado, los dioses tienen un plan para nosotros— se alisa el pelo.
—Explícate, sino me iré.
—No, hermana— le suplica Bram, la desconfianza aumenta en su corazón con cada palabra.
—Es necesario. Esos cazadores masacraron nuestra aldea, pero no por los dragones, sino por un secreto que los más ancianos guardaban con mucho recelo. Te has ganado el derecho de saber qué buscamos. Existe una leyenda entorno a un roble, lo llaman El roble de los recuerdos, hace miles de años en el nacimiento del mundo, los dioses lo crearon, en él se guarda toda la sabiduría e historia de la humanidad—no escucha un sonido, como si el bosque estuviera interesado en comprender sus palabras —en las raíces crece el fruto del muérdago capaz de curar cualquier dolencia y en mi caso aumentar mis poderes. Los cazadores intentaron sacarle la información a algunos de los sobrevivientes, pero no obtuvieron nada, todos murieron, nosotros lo buscamos para vengarnos de esos malditos.
—Tengo una duda, si los ancianos eran los que conocían la historia, cómo es que sabes de eso— pregunta él. La chica calla —si no me dices toda la verdad no los ayudaré, además aún no sé en qué me pueda beneficiar ese árbol— Kroll sabe que está siendo mezquino, pero luego de todo lo ocurrido no tiene ganas de hacerse el bueno.
—Padezco una enfermedad.
—¿Tiene que ver con las marcas en tu cuello y en la espalda?— Morgana se sorprende —les cure las heridas mientras estaban inconscientes.
Con un gesto casi mecánico toca el lugar del símbolo —uno de los compinches de Ilios el Tuerto me lo hizo, nos pueden rastrear con esto.
—¿Cómo?, entonces ahora mismo pueden estar cerca.
—Tranquilo, gracias a mis dones lo he modificado, sobre todo cuando nos encontraron en tu cabaña— ve como enarca una ceja —lo siento, como decía, esta enfermedad es mortal, nadie tiene una medicina para sanarme, mis padres hicieron de todo, pero nada funcionaba y una noche escuché a uno de los ancianos hablarles del roble. Un día me desmayaré y nunca más volveré. Te propongo un trato, nos ayudas a encontrar el roble y podrás tomar todo el muérdago que quieras, te harás más fuerte y derrotarás fácilmente a nuestros enemigos, yo aumentaré mis poderes, me curaré y tendremos una ventaja sobre ellos.
—Bien, después de eso cada uno por su lado— concluye y duermen.
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Fuego venenoso
Fantasy¿Te gusta la fantasía? ¿Te entusiasman los universos mágicos llenos de criaturas fantásticas? Pues aquí encontrarás dragones, dioses griegos y quien sabe otros... guerreros, magia y mucho más. Con personajes interesantes y complejos, villanos y héro...