64. |La Plática|
"Cuando un demonio se le concede visitar el paraíso, un ángel debe visitar el infierno "
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.<<Santiago>>
—¿Esta es tú habitación?— le pregunto a mi chica observando cada rincón de la habitación que se supone que le pertenece.
Maddie se encoge de hombros para chasquear la lengua.
—Segun si.— responde y camina hacia el gigantesco ventanal.
Coloco las mochilas que me cargue, para colocarlas sobre unos colgaste.
Joder. La habitación de mi rubia es jodidamente enorme.
Prácticamente la habitación tiene el tamaño de cuatro cuartos. Aquí tiene su cama de buen tamaño, junto a un bonito tocador, un gigante clóset, un escritorio y un baño. Sin olvidar la pantalla y los cojines.
—¡Joder! Esto es jodidamente elegante y caro. — exclamo para tirarme en la cama y sentir la suavidad de las almohadas. —¿Hace cuánto no venias acá?— cierro los ojos descansando un poco.
—Hace mucho.— murmura ella y abro los ojos para ver cómo sigue parada frente al ventanal.
— Güerita, déjame decirte que tú padre se pudre en dinero —
—Eso lo sé.— se da la vuelta para caminar a mi. —Esa es su ventaja.— se sienta mirando a su alrededor. —Tengo muchos recuerdos aquí — murmura y alargo mi mano para sujetar la suya.
—¿Buenos o malos?— suelto y ella suelta una risita.
—Los considero 50% buenos y 50% malos— ladea su cabeza. —Aqui tuve la última pijamada con Gaby— se acuesta mirando hacia el techo. —Le gustaba venir por la piscina que está afuera.— susurra.
Me incorporo para mirarla con más detenimiento.
—¿Que fue lo primero que pasó? — le pregunto y ella voltea a verme.
—Primero fue el bullying, después el secreto de mi familia, más tarde su muerte de mi amiga.— se estira para darse la vuelta. —Se hizo como un patrón de sucesos en mi vida.—
—Tú no tienes nada de malo.—
—La tengo, Santiago— me ve los ojos para incorporar y quedar a mi altura. —El karma me hizo pagar cada cosa que hizo mi progenitor. Primero fue el bullying que sufrí cuando era niña. Cuando simplemente solo quería hacer amigas. — niega, haciendo una breve pausa. —Mi única intención fue el querer tener amigas. ¡Pero nadie quería! ¿sabes por qué? Porque les parecía muy artificial para ser real.
<<Los niños se me acercaban por curiosidad de mi cabeza y piel, pero las niñas, me hacían menos, nadie quería jugar conmigo. En un principio eran lo niños que querían jugar pero más tarde las niñas inventaron que tenía piojos y nadie quiso acercar a mi.
<<Meses después llegó Gaby, y se hizo mi amiga. Me defendió de esas niñas que querían cortar mi cabello y cortar mi piel. Es más ink incluso se comenzó a meter en problemas por mi culpa. — me cuenta y en mi mente me imagino a un niña pequeña con la mejillas rojitas y cabello alborotado viendo a sus compañeros jugar en grupos sin ella.
Jodida mierda. Lo que hubiera dado por haber conocido a Maddie ese tiempo. Puedo jurar que hubiera podido ser su guardaespaldas personal.
<<En un principio creí que solo fingía ser mi amiga hasta que un día me invitó a su casa. Y descubrí que su papá trabajaba con el mío. Ni ellos ni yo sabía nada. Fue hasta que la visite a su casa, por qué ese entonces que ellos eran nuevos y eran nuevos en el vecindario y mi mamá quiso llevarles algo. Y nos hicimos mas cercanas así como nuestras madres.
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"Mi Chico Malo" [Editando]
Teen Fiction[Problemas y dolor]. Esas dos simples palabras definen a Santiago James y Maddie Sánchez Santiago James es el típico chico problemático con una apariencia de Bad Boy,con un estilo oscuro y misterioso, con un vestimenta que consiste en una chaqueta...