52. |De Paseo y un Ex|

5.6K 284 28
                                    

52. | De paseo y un Ex| 

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

<Maddie>





Maddie—escucho una voz ronca cerca de mi oído, acompañado de unas leves caricias. 

—Mmm, cinco minutos más — le pido en voz baja, acomodándose mejor en mi cama.  

—Güerita, es hora de despertar, es tarde —

—Mmm, ¿Que tan tarde es?— le pregunto aún con mis ojos cerrados, casi queriéndome dormir otra vez.

Escucho que mueve algo para volver a estar encima de mi.

—Para ser exactos, son las diez de la mañana — sus palabras me hacen abrir los de golpe e incorporarme rápidamente.

—¡¿Que?! ¡¿Cómo que son las diez?!— exclamo y en el movimiento empujó a Santiago hacia el suelo.

—¡Joder!— gruñe adolorido y rápidamente me levanto para ayudarlo.

—¡Lo siento Santiago!— los dos nos sentamos por la orilla de la cama mientras le sobo la parte golpeada. — Lamento el empujón —le doy beso su mejilla.

Santiago sonríe de lado para pasarme un brazo por mi cintura para pegarme a su cuerpo, con su otra mano libre me sujeta la barbilla para plantarme un beso más intenso y apasionado. 

El beso prácticamente me deja sin aire. Cuando se separa de mi, tengo que tomar unas bocanadas de aire.

—Tranquila, eso me despertó, aún estaba medio dormido. —dice para besar mi cabeza y brindarme caricias. —Por cierto, tú mamá, dio varias vueltas para ver si habías despertado y me dijo que cuando te despertarás bajaremos a desayunar — me avisa haciendo que abra los ojos avergonzada. Mi Mamá me vio dormida, a tales horas. 

—Ay no. Debo de ser una sin vergüenza y floja. ¡Yo nunca dormía hasta tarde! Siempre era la primera en madrugar. — me paso las manos en mi cara negando. ¿En qué me he convertido?

A mí lado escucho la risa varonil de mi novio. Destapo mi cara para mirarlo con los ojos entrecerrados.

—Ahora que lo dices, parece que intercambiamos papales, antes era yo el que se desperta hasta tarde y tú, siempre te despertaba temprano — en un abrir y cerrar de ojos me sube encima de sus piernas.

—Tienes razón, eso quiere decir que es tú culpa, por haberme convertido en un perezoso —lo señalo con mi dedo, provocando su risa a una carcajada.

—Me declaro culpable, pero para aclarar era una perezosa, muy tierna— beso mi mejilla haciéndome creer que era solo beso, pero en realidad solo me quiso morder.

—¡Oye!— me quejo tratando de separarlo de mi mejilla pero aferra a mi. —¡Deja mi pobre mejilla!—le grito entre risas.

Por lo que veo, alguien se despertó muy cariñoso.

—Lo siento, es que tú mejilla se ve bonita sonrojada.— besa las comisuras de mis labios.

—Si, gracias, y ahora lo estará más por tú mordida —

—Te lo había dicho antes, que quería verte sonrojada algún día. Sabiendo que te verías preciosa—

Cruzó mis brazos para mirarlo alzando una ceja.

— Será mejor que bajemos a desayunar, antes que cometa un crimen — me quitó de sus piernas para ponerme mis pantuflas. 

—¡Cierto!— lo veo chasquear los dedos. —No te he dado los buenos días.— mueve sus cejas gracioso para caminar a mi.

&quot;Mi Chico Malo&quot; [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora