60. |Colapso|
"Un demonio tiene la fortuna de disfrutar de su propio paraíso y un ángel sufre en su propio infierno como condena"
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.<<Santiago>>
Puedo poner mis manos al fuego por Maddie, jurando conocerla a la perfección. Puede que me haya hecho de la vista gorda pero noté claramente a mi chica un poco rara.
El día de ayer tuvimos algo de trabajo, aún así pudimos cerrar a buena hora el taller. Llegué a la 9 de la noche al departamento y entrando vi a mi chica hablando por teléfono, por lo que entendí con mi suegra.
Lo que me pareció extraño fue actitud su actitud. Cosa que me dio miedo. No por mi más bien por ella.
Maddie desprendía una aura de desesperación y frustración. Tenía su cabello completamente revuelto, usando solo la típica camisa de pijama descalza, dando vueltas hablando por teléfono. Se veía demasiado nerviosa, mordiendo una uña y con sus mejillas ligeramente rojizas.
Cuando termino de hablar se quedó en la sala en absoluto silencio y viendo de la nada.
Por la noche, pude sentir que no podía dormir, solo se la pasaba dando vueltas, quise preguntar que tenía pero se veía demasiado agobiada para poder hablar.
Solo me hablo viendo que había llegado, sonriendo pero esa sonrisa suya no era la de siempre.
Y es por eso que les pedí mi día libre para poder investigar que tiene mi chica.
Porque de un día para otro ella cambio. Y no pienso dejarla sola con esa carga en sus hombros, por que debo suponer que es un problema.
Lo primero que haré será llevar a mi rubia a la universidad sin decirle que hoy me pedí el día para descansar. Así que le termino de preparar una desayuno ligero con frutas y licuado.
Maddie aparece para sentarse en un taburete colocándose sus lentes. Se ve sumida en sus pensamientos.
Cuidadosamente me acerco a ella para besar su frente.
—Buenos días mi rubia, ¿Cómo amaneció mi chica?— le pregunto abrazándola por detrás.
—De mal humor, no pude dormir — me susurra cansada y aprieto suavemente el agarre.
—¿Te apetece algo en especial?—
—Uno de tus cafés fríos que te preparas para mantenerme despierta — me pide y la veo.
—Pero si a ti no te gusta, por qué sabe muy amargo.—
—Lo se, pero me mantendrá despierta en clases.— responde cabizbaja a lo que me hace tener que sacarle eso que tanto la mortifica.
Lo primero que hago es acercarme a ella despacio.
—Maddie, no es que quiera presionarte ni nada, pero me gustaría que me contarás eso que te tiene así— le susurro persuasivo y coloco mi mano sobre la suya.
Mi chica suspira como debatiendo si decirme o no lo que está pasando.
—Es que hay algo que no te pude contar, del día de ayer—
—Sea lo que sea, cuentas conmigo, por favor, mi rubia , no me gusta verte así, cuéntame eso para que no cargues tú sola ese problema — le murmuro mirándola a los ojos.
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"Mi Chico Malo" [Editando]
Novela Juvenil[Problemas y dolor]. Esas dos simples palabras definen a Santiago James y Maddie Sánchez Santiago James es el típico chico problemático con una apariencia de Bad Boy,con un estilo oscuro y misterioso, con un vestimenta que consiste en una chaqueta...