"Mi Chico Malo" [Editando]

47. |Primer día de trabajo|

47. |Primer día de trabajo.|

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<Maddie> 

Cuando tenia doce años, recuerdo que estuve un mes ayudando a doña Gloria en su tienda de antigüedades, cada tarde que llegaba, me iba a su local para poder ayudarla en acomodar su mercancía antigua.

Lo que gustaba de estar ahí, era sus historias que siempre me contaba, una tan diferente cada tarde. 

Y se podría decir que ese fue como mi primer empleo,  a pesar que solo iba por sus historias y las galletas deliciosas que horneaba.

Ahora me encuentro en un nuevo empleo. Despues de varios días, por fin la señoras abrió su librería.

No miento , me encuentro un poco nerviosa.

— ¿Es aquí Maddie?— me pregunta Santiago, mirando el pequeño local.  

—Si, Aqui es— le respondo desabrochando mi cinturon. — Muchas gracias por traerme, aunque no era necesario — le recuerdo mirándolo.

—¿Bromeas mi güerita? Eres mi chica y tengo que acompañar a casi cualquier lugar que vayas.— dice muy digno.

—No quiero ser una molestia o interrumpir en tú trabajo — digo en voz baja.

—¿Quién dice que lo haces? Claro que no. Además puedo hacer hora extras — me guiña un ojo para bajarse y venir abrir mi puerta. 

—Tengo la fortuna de tener al mejor novio— le digo al bajar para abrazarlo.

—Todo lo contrario, yo tengo la inmensa fortuna para tenerte— termina de hablar para luego besarme.

Nuestro beso dura un poco debido a que Santiago no me quería soltar.

—Te deseo mucha suerte, mi chica.— me dice para besar cariñosamente mi mejilla haciéndome reír.

Cuánto lo quiero, a mi Chico tatuado.

—Te lo agradezco, Santiago — le vuelvo a dar otro beso.

—Me envías un mensaje cuando hayas terminado — me pide mirándome a los ojos haciéndome reír.

—Si señor Santiago — nos separamos y me voy hacia el local, no sin antes despedirme de él agitando mi mano. Mi chico se queda ahí parado viendo hasta que entre.

Muy bien Maddie, aquí vamos. Es hora o nunca. Respiro profundamente para comenzar a caminar hacia el lugar.

Entrando escucho una pequeña campana y un pequeño aire fresco me recorre el cuerpo, haciéndome saber que hay clima. 

Libros y más libros es lo que hay aquí. Estoy literalmente rodeada de libros. 

<Me encuentro en el mundo de libros> 

—¡Maddie! ¿Cierto?— me habla una voz a mis espaldas y me giro para ver a la persona.

—Señora Clarisa — la saludo a lo que ella me sonrie amablemente.

—Hola, es un gusto— nos damos un leve apretón de manos. — Bienvenida seas Maddie y muchas gracias por haber venido, la verdad no tenía muchas chicas que quieran trabajar en una biblioteca por medio tiempo.— me cuenta mirando con nostalgia su local. —En fin, ven conmigo para que te vaya explicando cómo está divida la biblioteca — asiento para seguirla y escuchar lo que me comienza a decir.

La primera explicación que fue sobre como está divida la biblioteca. Hay exactamente cuatro secciones. 

En la primera sección está la venta de libros, ahí las personas pueden ir escogiendo el libro que querrán comprar. En la segunda sección está la zona de leer ahí se encuentran los libros que solo quieran ir a leer con más tranquilidad. En la tercera se encuentra una sala pequeña donde hay computadoras para hacer tareas. Y en la última sección estan los cómics.