"Mi Chico Malo" [Editando]

49. |Cliente Inesperado|

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Santiago:

Los días han estado transcurrido con normalidad y muy cómodos para nosotros. 

Maddie ha ido a la universidad, teniendo sus clases y saliendo se va directo a su empleo de medio tiempo. Para ella se le está cumpliendo uno de sus sueños, cosa que me da mucho gusto el verla tan alegre. Así como también, mi chica poco a poco se va abriendo a mi, contando cada detalle de ella. No la presionaré para que me cuente todo de golpe, porque sé a la perfección que es doloroso el tener que recordarlo. 

Puede que por fuera Maddie se muestre como una chica dulce, con una mirada tierna y alegre, pero por dentro tiene grietas que no la dejan vivir como debería y la torturan en cada oportunidad que tienen. 

Ahora le encuentro sentido a la frase que tanto dicen , sobre que las apariencias engañan y que solo las personas muestran una sonrisa por fuera pero un dolor por dentro.

De solo imaginar el infierno que sufrió mi chica, me llena de rabia y coraje el pensar como una niña tan pequeña y tierna sufrió mucho. 

Si con la primera vez que la vi quede completamente conquistado, de pensar si la hubiera conocido antes, quedaría fascinado con ella. 

A pesar que aún falta mucho por saber de Maddie, sobre su vida, seguiré esperando para escucharla. 

No la dejaré sola con ese dolor. Haré que sea la chica más feliz del mundo. No seré perfecto pero conmigo nada le faltara. De eso me encargaré.

—¡Aquí tienes tú almuerzo Santiago!— me lo da apresurada, agarrando su mochila.

—¿Segura que no quiere que te lleve?— la agarro de la mano para jalar de ella hacia mi.

Mi chica sonríe divertida para besarme. Estaba por separarse pero la sujete firmemente para hacer que el beso dure más tiempo.

Se ríe en medio de nuestro beso y la muerdo con suavidad. 

Alguna vez escuché sobre un tema que llamo mucho la atención y fue sobre encontrar tú lugar feliz, ese sitio el cual te hace sentir más vivo y con ganas de seguir adelante. 

En un principio me pareció una completa tontería ya que yo me la pasaba haciendo locuras. Incluso llegué a pensar que eso nunca encontraría.

Y ahora, lo tengo. Lo sé a la perfección. 

Ya sé que es tener ese lugar seguro. Y en eso se convirtió Maddie en mi.

Maddie me trasmite esa paz y tranquilidad que tanto había deseado y las ganas demostrarle a todos que con ella puedo contra todos.

—Las chicas se ofrecieron para llevarme, ya que tienen trabajos pendientes y lo harán ahi— me cuenta mirándome fijamente.

—Entonces estaré tranquilo el saber eso. — beso su frente con ternura y pegar mi frente a la suya. —Igualmente, cualquier cosa me envías un mensaje o me llamas — le pido viendo sus preciosos ojos.

—Que si Jefe— me da un abrazo fuerte. En medio de nuestra despedida, se escucha el timbre del departamento. —Esa a de ser Roxana — anuncia separándose.

Camino hacia la puerta en lo que Maddie se coloca su suéter. Y efectivamente, justo cuando abro la puerta aparece Roxana recargada del marco de la puerta.