Capítulo 54

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Capítulo 54: La paz antes de la tormenta.

La mañana antes de la aparición de ciertos individuos, Sasuke se despertó con el cuerpo dolorido. Kakashi los había entrenado bajo un régimen más duro y parecía particularmente interesado en llevar a Sasuke a sus límites.

Sin embargo, Sasuke había dejado de quejarse cuando vio mejoras en su resistencia y que duraba más en las peleas que al inicio del entrenamiento. Naruto había seguido de mala gana el consejo de Sasuke sobre mejorar el control de su chakra. Lo que llevó al chico anormalmente inquieto a tener un colapso cada vez que Sakura lo instaba a meditar otra vez.

Y Sakura, por otro lado, había aprendido un par de trucos sencillos del Ninjutsu Médico.

Cuando Sasuke no quiso pelear con Kakashi, usó a Naruto como excusa para practicar. Y por supuesto Naruto estaba más que dispuesto a dejar de meditar para enfrentar a Sasuke. Pero en una ocasión, Naruto había logrado aturdirlo durante casi quince segundos en los que no tiene idea de lo que pasó. Resulta que Naruto se había enojado porque había estado perdiendo durante una buena racha, y parte del chakra de Kurama (Sasuke no debería saberlo) lo golpeó.

Aunque la fuerza de Naruto había desaparecido con ese simple golpe, como si su cuerpo aún no estuviera listo para el chakra de Kurama, Sasuke sabiamente se alejó y se sentó debajo de un árbol. Sakura habló con él mientras observaba los trucos de la chica, pero no logró volver en sí hasta altas horas de la noche cuando finalmente notó lo que le molestaba: él y Naruto nunca pelearon con la intención de matarse, pero el zorro de hecho tenía la intención de matarlo.

Sasuke se sentó en el piso de madera del porche trasero de su casa, respiró hondo y comenzó a meditar. Había empezado a hacerlo después de la tercera advertencia de Kurama, no es que el zorro protegiera a Naruto, es que por alguna razón no parecía gustarle Sasuke. Ni un poco.

Él lo atribuye a que es un Uchiha.

Después de unas horas, escuchó a Neptuno maullar desde la puerta. Neptuno era un gato orgulloso y exigente, también manipulador porque cuando quiere algo, se frota contra la pierna de Sasuke y ronronea hasta que cede.

—Ya voy...— habló en tono perezoso mientras se levantaba y estiraba los músculos de sus brazos y piernas que estaban dormidos. Entró en la casa, yendo directamente a la cocina para abrir una lata de comida para gatos con trocitos de pescado blanco. Sasuke no es un conocedor de gatos, pero a Neptuno parece encantarle la especie de salsa que contiene cada paquete.

Después de dejar la comida en el plato del gato, Sasuke se fue a la habitación y cogió un par de almohada y sábanas, regresó a la sala y tendió una especie de cama a los pies del sofá.

Sin ánimos para nada, Sasuke se metió entre las sábanas y volvió a dormir por lo que fueron horas. Hace mucho tiempo que Sasuke no soñaba con nada, ya no suele tener tiempo para hundirse por completo en la cama. Estar sin nada que hacer hacía que su mente se volviera muy tortuosa en cuando a los pensamientos.

Por eso, cuando dejó de pensar en su última visita a los Naras, empezó a pensar en Itachi.

... Sasuke quiere a Itachi de regreso en casa.

Quedarse con los Naras, aunque fuera por un día, lo había vuelto perezoso. Lo hacían sentir demasiado cómodo. Se levantaba tarde junto a Shikamaru y, aunque Yoshino no paraba de reñirlos por dormirse tarde, el desayuno estaba en la mesa. Shikaku les hizo preguntas del entrenamiento, las misiones, y hasta de temas mundanos que Sasuke respondió alegremente.

Él quiere un adulto en casa. Uno que le haga sentir que, a pesar de dormirse tarde, puede contar con que el desayuno estará disponible cada mañana. Y porque no, también que lo regañe por olvidar rellenar el cuenco de agua de Neptuno. Porque ha estado demasiado tiempo sólo que se olvida de que ahora tiene un gato.

—Estoy tan sólo que... tengo un gato— Sasuke murmuró con voz apagada cuando Neptuno entró pavoneándose a la cama de sábanas.

Empezaba a tener la necesidad de traerse con él a cada animal que encuentra de camino a casa.

Entonces se durmió tras cepillar el pelo del gato durante varios minutos, imaginando que Itachi lo despertaría más tarde para almorzar, y que le daría un sermón por haberse quedado dormido en el suelo, pero que se reiría porque Sasuke es muy tonto cuando recién despierta. Y lo escuchó hablar en sus sueños, de todo y de nada, como hace Shikaku con Shikamaru antes de irse a trabajar. Y lo obligaría a ayudar a lavar los trates sucios porque tiene que ser responsable...

• ¡Woo! Me estoy acercando cada vez más a ese punto de inflexión en la historia. Los próximos capítulos se titulan: "La Princesa de la Arena" y "Él monstruo en el estómago de Sasuke" (*▽* )

¿Qué haces, Sasuke? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora