Capítulo 57: Yace latente en la oscuridad.
Aunque Konoha parece haberse recuperado completamente de los desastres que han azotado la tierra a lo largo de los años, la situación no es del todo buena. Y eso es lo que preocupa a Itachi. Es uno de los pocos que tiene conocimientos pero no tiene acceso total a información vital. Es agotador navegar en un mar de misterios, uno que decidió abandonar el día que aceptó acabar con su clan, y al que regresó cuando se dio cuenta de lo estúpido e ingenuo que había sido al no considerar los asuntos internos del clan antes de actuar.
Había estado sensible por la partida de Shisui.
Enojado, culpó indirectamente a sus padres, a los ancianos y a todos los que se habían reunido a favor de realizar un golpe de estado contra el gobierno de Konoha. A ese tal Madara, por seguir vivo. A los dioses por permitirlo. Al Cuarto Hogake por morirse y dejarlos en problemas.
A Kakashi por ser simplemente Kakashi.
Y a sí mismo por haber accedido.
Gracias a Dios Sasuke estaba a salvo.
Y aunque no era suficiente para justificarse, se calmó bastante el malestar en su corazón. El pecho ya no estaba tan pesado, pero algo en la parte trasera de la cabeza de Itachi no dejaba de darle comezón: se había olvidado de algo.
Ese disgusto perduró por mucho tiempo hasta que Itachi cedió con negligencia ante el deseo de verificar cómo se encontraba realmente su pequeño hermano. Y sorpresa, sorpresa...
Él estaba bien.
Relativamente bien.
Pero había movimiento inusual alrededor del terreno que una vez había sido del gran clan Uchiha. Las cuales, de alguna manera, Sasuke se había hecho con ellas. Le disgustó saber que su hermano se había quedado a vivir allí, pero el disgusto se convirtió en culpa cuando recordó que fueron sus acciones las que lo condujeron precisamente a eso. Y la culpa en fascinación cuando Sasuke pudo administrar con éxito el lugar. Algunas tierras se dedicaron al cultivo.
Vendió, invirtió y aprendió con ayuda del padre del niño Nara, Shikamaru. Una amistad de la que dudó al inicio, pero que aprobó, y de lo que luego se regañó porque no tiene el derecho.
Entonces comenzó a notarse a sí mismo.
Era más voluble de lo que le hubiera gustado.
Pensó que era sabio, que tenía la frialdad para aceptar las cosas tal como eran. Pero no fue así. Un día lo oyó. Cerca de casa. Afuera de la ventana de Sasuke. Voces que a primera vista eran como el murmuro del aire en los árboles.
Itachi hizo que el cuervo descansara en una rama, por encima de aquel ruido y agudizó el oído y la visión. Y se le heló la sangre.
"No he encontrado ninguno de ellos, ni en esta ni en revisiones anteriores" dijo Anbu en el lenguaje de señas utilizado como método de comunicación entre los Anbus de Konoha.
Pero había algo diferente. No era el mismo lenguaje que aprendió y no estaba seguro de a qué se refería. Pero continuó interpretando.
Se sorprendió cuando el otro no respondió en señas, sino que habló en un murmuro ininteligible. Se dio cuenta de que era lo él había escuchado con anterioridad, varias voces saliendo de una sola persona. Y no entendió ni la mitad de los términos que se usaron.
"No, el chico no los tiene" respondió el Anbu "He revisado la casa, la oficina del jefe, y no hay nada." Enfatizó. "Pero estaban aquí cuando sucedió. Lo vimos. Estuve aquí cuando sucedió."
El otro volvió a hablar, pero Itachi tuvo la impresión de que eran varias voces hablando en conjunto y eso, aunque era una técnica inteligente, le provocó disgusto y escalofríos.
A juzgar por el tono de voz, estaba molesto.
Itachi no quería a estos tipos cerca de Sasuke.
"¿Pregunta? Han estado experimentando con él. Para estar muerto sigue dando problemas" Itachi escuchó un silencioso chasquido de lengua, y sintió opresión en el pecho. "Es una lástima que se haya deshecho del suyo. Le habríamos dado un uso más adecuado."
El intercambio silencioso fue interrumpido por una tercera presencia. Para horror de Itachi, esta se asomó desde la ventana del dormitorio de Sasuke. El tercer Anbu con máscara de grulla movió la cabeza en negación y tan pronto como lo hizo, los dos en la rama desaparecieron como si hubiera sido una ilusión o un espejismo.
Itachi esperó impaciente a que el cuervo regresara. Inclinó la cabeza, un sordo zumbido en los oídos mientras caía en una dura compresión, pero también en más y más dudas.
Comenzó a desesperarse, y de repente...
—Hace una noche muy agradable, ¿no lo crees?—comentó una voz perezosa detrás de él.
Apoyado contra un árbol, no a muchos metros de distancia, una figura alta se cruzó de brazos.
Como si alguien hubiera vertido el líquido de una taza de té caliente sobre la cabeza de Itachi, sintió que la tensión invadía cada parte de su cuerpo. El corazón latiendo más lento, más sigiloso, el frío apoderándose de la punta de sus dedos. Se giró por completo, apretando los puños dentro de las mangas de la túnica de Akatsuki y se encontró con los ojos disparejos.
Kakashi había sido casual en su pregunta, canalizando un tono vago e inofensivo del que cualquier otra persona podía fiarse ciegamente. No obstante su postura, la tensión alrededor de los ojos y el propio sharingan brillando a la luz de la luna le hizo saber suficiente a Itachi.
Había una sutil amenaza en la indiferencia.
—Lo hace—contestó Itachi con neutralidad, adoptando una postura similar pero más tranquila. Después de todo ya no era un niño.
No tiene que esforzarse por levantar la cabeza para mirar a los ojos de Kakashi, ni avergonzarse por haber sido atrapado haciendo algo. La diferencia de altura había quedado en el olvido hace años, y la brecha de poder era aún más delgada entre ambos. Si en ese entonces pudo seguir el ritmo de su ex-capitán Anbu, con un poco de suerte podría superarlo.
Pero...
La mente de Itachi corrió un maratón en un segundo, con los ojos iluminados mientras una gran oportunidad se le presentaba.
Irónicamente, en bandeja de plata.
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¿Qué haces, Sasuke?
FanfictionJusto ahora yo... ¿Soy Sasuke? Espera un segundo... esto no puede ser verdad. • ♪Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto♪ - Boys Love. Pareja: Shikamaru x Sasuke (Tú) Sinopsis: Despierta en el cuerpo de un pequeño Sasuke de cuatro años, decid...