Sí Tu Me Vieras ♡

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POV LENA

Escuchar ese fuerte portazo me derrumbó por completo. Todo mi ser estaba cargado de una profunda tristeza y a su vez, enojo. Por toda esta situación, estaba atada de pies y manos. La única forma de mantener a salvo a Kara era teniéndola lejos de mí.

Me dolía demasiado, pero ya no podía cargar con más dolor. Necesitaba que ella estuviera bien. Si eso significaba que estuviera bien lejos de mí, aprendería a vivir con ello.

Solo deseaba que algún día pudiera perdonarme. No quise lastimarla, pero era necesario.

Ella no se alejaría de mí si no le decía esas cosas.

Me repetía constantemente esas palabras porque de lo contrario terminaría por ir a buscarla y no la soltaría más.

Me quedé unos segundos más parada frente a la puerta, internamente, solo tal vez, esperando que ella regresará.

Era una ilusión tonta y lo sabía bien. Me encargué de alejarla por su bien y me dolía demasiado.

Comencé a llorar y sabía que era de cansancio. No podía permitir que Robert se acercará a Kara, no le haría eso jamás. Y me sentía mal, por tener que usar este recurso. Porque lo que mas quería en este momento era abrazar fuertemente a mí amada, quería tenerla entre mis brazos y poder besarla.

¡¿Por qué todo tenía que ser tan difícil? ¿Por qué no podía vivir tranquila? yo solo quiero estar con Kara, sin molestar a nadie.

Me senté en el suelo y lloré aún más... estaba tan cansada de todo esto, simplemente quería una salida a todo este mal. Pero es tanto lo que hay que hacer y sinceramente no sé por dónde iniciar. A pesar de mi dolor de algo estaba segura y es que haría pagar a Robert por todo el daño que estaba causando.

De un momento a otro comenzaron a golpear la puerta ferozmente y me levanté abruptamente. La sola idea de que Kara me viera así arruinaría todo.

Intenté secar prontamente mis lágrimas, pero los golpes iban en aumento.

"¿¡Quien estaría golpeando así?"

Me apresuré a abrir la puerta:

- ¡Qué haces tú aquí!

...

POV ALEX

Estaba llegando a la casa de Sam. Hablar con Kara me había abierto los ojos y después de las señales, más que claras, no podía permanecer quieta. Necesitaba decirle la verdad a Sam, necesitaba que supiera que me gustaba mucho y realmente quería intentarlo.

El problema es que en cada paso que daba, la duda me carcomía. ¿Me estaría apresurando? ¿Habría mal entendido todo? Tal vez ella no se molestó en hablarme porque no sabía cómo decirme que no sentía lo mismo que yo.

Continué caminando y la culpa seguía presente. Mi mente no dejaba de pensar en que estaba apresurándome y también tenía demasiado miedo de estropearlo todo. No estaba preparada para una negativa de su parte y tampoco sabía si su hija me aceptaría...

¡Demonios! Debí pensar mejor esto. Me detuve frente a su departamento. Con más dudas que certezas, necesitaba una señal que me terminará por impulsar a tocar su timbre. De repente, mis manos comenzaron a sudar y sentía que mi corazón se me saldría.

Cerré mis ojos un momento, intentando reunir todo mi coraje. Mi celular comenzó a sonar, lo tomé apresuradamente y atendí de, mala gana,

- ¡¿Qué?! – exclamé, más fuerte de lo pensado –