Sí Tu Me Vieras ♡

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Pov Sara

¡Lena volvió sana y salva! Estaba muy feliz por volver a verla, pero sabía que estaba sufriendo mucho. Cuando nos ordenó que la dejáramos sola con Cat quise oponerme, pero Andrea me sacó rápidamente.

Andrea: dejemos que hablen a solas – me dijo una vez salimos del lugar.

La miré incrédula.

Andrea: Lena tiene que liberarse de su enojo – aclaró.

Bufé, molesta. Entendía su punto, pero no me agradaba la parte en la que Lena sufriese y eso sería inevitable.

La discusión, los reproches tomaron parte. Escuchábamos todo. Oía la voz de Lena resquebrajarse. Estaba dolida.

Andrea se alejó mientras intentaba comunicarse con Lionel. Cuando...

¿¡que son esos gritos?!

¡¡Demonios! Sam llegó.

Me giré rápido a mirarla, pero antes de que pudiera hablar.

Andrea volvió. – ''ya le avisé a Lionel. Le pedí que se apresuren'' – comentó y cuando vio a Sam se calló.

De repente, la puerta se abrió y Cat salió avergonzada y con sus ojos enrojecidos del llanto.

Solo se fue. Andrea y yo intercambiamos miradas. Ella tenía que ir por Lena.

Sam: ¿¡pasó algo? – volvió a preguntar

Reaccioné y la tomé del brazo. – ven... vamos a hablar en otro lugar.

Nos alejamos bastante entramos en una de las oficinas que estaban disponibles.

Sara: bien... lena volvió – le solté de golpe. Su celular comenzó a sonar, pero vi como rechazaba la llamada esperando que continuará hablando – pero está pasando un momento particular

Sam: ¡Claro! - dijo, comprendiendo – por eso no vino aquí antes... ¡¿Qué puedo hacer para ayudarla?

Otra vez su teléfono volvió a sonar.

Sam: perdón necesito un momento – se defendió.

Sara: si adelante, no hay drama.

Sam se alejó unos metros, pero pude ver como atendía el teléfono y su semblante sereno cambió a uno de suma molestia.

No parecía algo bueno lo que le estuviesen diciendo por el móvil. Pude percibir como sus puños se apretaban aún más.

Se alejó aún más murmurando unos dichos que fueron imperceptibles para mis oídos.

Traté de no mirar más allá de lo que debía. Al tiempo...

Sam: ¡perdón por eso! – dijo, acercándose.

Sara: no tienes por qué – le resté importancia.

Sam: ¿¡en qué puedo ayudar a Lena, entonces?

Sara: no creó que quiera hablar con alguien por ahora. Pero aprecio tu preocupación. Ella te aprecia mucho y que estés para ella habla muy bien de ti.

Noté como sus mejillas enrojecieron levemente cuando le dije eso.

Sam: Ella se volvió muy importante para mí. Siempre voy a estar agradecida con ella... con todas ustedes. Así que si en algo puedo ayudar cuenten conmigo.

Me agrada esta chica.

Sara: Gracias Sam. Aprecio tus palabras – le sonreí – por lo pronto, que esto no salga de aquí, ¿de acuerdo?