Sí Tu Me Vieras ♡

30.2

(...)

¡Demonios Alexander te pedí que no intervinieras! – bufó molestó Lionel mientras se paseaba de un lado a otro nervioso.

El despacho se había convertido en el lugar de encuentro de Lionel, quién luego de la llamada de su hijo se apresuró a llegar al lugar.

Se molestó mucho al enterarse del propósito por el cuál Lex se encontraba allí.

Apenas llegó se acercó a su hija quien se encontraba apoyada en el hombro de su prima. Visiblemente perturbada

Lena al verlo entrar no pudo evitar tensarse. Esto lo percibió Andrea.

Tranquila Hermosa, no va a pasar nada – la animó regalándole una tierna sonrisa.

Lena tomó aire y dio el paso.

Andrea: Dejaré que hablen tranquilos. Nadie los molestará – aseguró.

Una vez que Andrea cruzó la puerta de salida. Lena se abalanzó en un gran abrazo con Lionel.

'' perdóname...¡¡padre!'' – sollozo en los hombros de Lionel – no podía decirte nada. Solo no podía – se lamentó.

Lionel: ya...ya. Mi niña hermosa – dijo, tratando de consolarla – Ya no llores. No me pidas perdón

Lex permanecía serio a pesar de presenciar tal escena. Padre e hijo intercambiaron miradas más que preocupados.

- Hija ... ven, tomemos asiento. Hay que hablar – respondió luego de unos minutos -.

(...)

Pov Mike

No estaba atravesando mi mejor momento. Sin dudas esto no parecía mejorar. Extrañaba demasiado a Kara. Y volver a encontrarme con Kate y James no era nada bueno.

Estaba demasiado abrumado y tensionado. Decidí que lo mejor sería ir a trabajar. Aún no comenzaba mi turno, pero necesitaba despejarme. Decidí caminar ya que por suerte no estaba demasiado lejos.

Tenia una cosa en claro, no podía dejar a Kara. Debía intentarlo todo. La reconquistaría si era necesario.

Ese pensamiento me acompaño durante el camino. Pero cuando ya estaba llegando algo llamó mi atención.

Se podía ver por fuera de la agencia ''SE BUSCA SUPERVISOR''

Intenté mantener la calma y me apresuré a entrar, debía ser un error. Busqué a mi jefe con desespero. Cuando lo divisé, estaba saliendo de la oficina junto a un hombre a quién parecía estar felicitando.

Al notar mi presencia se apresuró a despedir al desconocido. Ambos nos quedamos viendo, como desafiándome. Cuando él desconocido se alejó lo suficiente de mi campo visual me acerqué ...

- Mick... ¡¡¿qué sucede? – fui muy directo.

- Lo siento – soltó, sin vueltas – no podemos seguir solventando demasiadas cuestiones... yo lo siento... enserio

Moví mi cabeza en completo desacuerdo. Esto no podía estar pasando.

- No...no ... no puede ser – me lamenté - ¿En qué momento? ¿Cómo pasó esto?

- Lo siento, pero no puedo hablar esas cuestiones contigo – dijo, alejándose.

¡Genial! Otra vez desempleado... mi suerte apestaba.

Estaba por irme cuando mi móvil sonó. En un primer momento me rehusé a tomarlo, pero al ser insistente atendí

¿Qué? – dije, molesto.