𝗣𝗥𝗢𝗠𝗜𝗦𝗘𝗦 𝗔𝗡𝗗 𝗗𝗘𝗕𝗧𝗦 - 𝗘𝗪𝗙𝗦𝗢𝗢

21. En presencia de la luna.

El día cayó, dando como resultado un cielo precioso completamente visible.

Ahora ya no habían cientos de edificios a la redonda como en Seúl, sino que eran puros árboles con hojas secas que dejaban divisar las nubes, el sol escondiéndose y las estrellas asomándose a la perfección.

Tomé mi celular y ajusté el brillo para dejar el recuerdo de tal vista.

Yo, sentada a unos árboles del campamento mientras esperaba que sea la hora de comer, sacando fotos al cielo y respirando aire fresco, sin papá, sin pensamientos abrumadores, sin nueva familia.

Solo yo, yo, y yo.

Inhalé profundamente y tan pronto como exhalé, el profesor Han me llamó para que fuera a comer.

Le grité que ya iba y me levanté, sacudiendo la tierra adherida a mi trasero.

Caminé con entusiasmo a la mesa de las chicas con las pilas completamente recargadas.

Me senté al lado de Soo-jin y comenzamos a hablar mientras la carne se asaba.

—¿El olor de Hyun-gyu era tan malo?— preguntó una chica que no conocía.

—¡Sí! Apenas podía respirar..— respondió, mi ahora conocida, Kim Si-hyun.

Resultaba ser una chica tierna, simpática y amable, lamentaba no haber hablado con ella antes.

—Yo creo que Hyun-gyu no es tan desagradable..— habló otra chica, creo que había oído que se llamaba Na-yoon.

Todas comenzamos a canturrear y ella se sonrojó de inmediato.

Otra, una chica de extenciones de cabello rosa, se acercó más a la mesa y todas nos acercamos para escuchar el chisme.

—Ahora.. hablando en serio..— comenzó lentamente, llenándonos a todas de suspenso.— no hay hombre más bello que Han Seo-jun en todo este campamento.

—¡Por supuesto que lo hay!

—¡Lee Soo-ho!

—¡Sí!

—Lee Soo-ho, claro.

Algo dentro de mí me molestó un poco, tal vez que a tantas chicas a las que veía a diario les gustase el mismo chico que me gustaba a mí, y que aún así odiaba.

Era un limbo de emociones en no saber si me seguía gustando o si había empezado a sentirme desagradada con él.

—.. Han Seo-jun es mucho más apuesto que Soo-ho.— acotó alguien, no supe diferenciar quién, mi mente permaneció en blanco mientras miraba la brasa bajo la parrilla.

— Para nada.— solté, sin notarlo. Juraba que eran solo pensamientos.— Son ondas completamente distintas, ambos son apuestos, pero Soo-ho tiene mucho más porte y elegancia, sin contar que sus facciones son.. ciertamente... masculinas. Sin hablar por supuesto de su cuerpo, aunque es un desperdicio por su actitud de mierda.

—... vocabulario, señorita Hee.

Abrí los ojos con sorpresa y me enderecé en mi asiento, escuchando la voz del profesor Han.

—Lo siento, señor Han. No planeaba decir todo eso.— dije, haciendo una reverencia en disculpas, aún sin mirarlo.

Él rió, alejándose.— Está bien, solo están siendo jóvenes.

Las chicas rieron cuando el profesor se alejó y yo me volví a relajar en el respaldo.

—Oye, Min-hae. ¿Desde cuando piensas todo eso de Lee Soo-ho?— el volumen de su voz fue sorpresiva y, no sé si intencionalmente, muy alto.