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Laurens/ 1 mes después

Despierto al sentir ruidos provenientes del baño, Vladimir vomitando de nuevo. El bebé está dando los síntomas a su padre. Lo cual es algo gracioso, casi siempre le dan a la madre.

Espero a que salga del baño, me observa y se recuesta de nuevo en la cama.

—buenos días, cariño -dice besando mi boca-

Huele a menta por el enjuague bucal.

—buenos días -digo sonriendo- ¿querrás más hijos después de este? -digo riendo-

—creo que uno es suficiente -responde y rio levemente-

—tengo hambre, bajemos a desayunar -digo levantándome de la cama-

—¿quieres ducharte primero? -pregunta y niego-

—tengo hambre, puedo ducharme más tarde -digo subiendo los hombros-

Lo escucho reír mientras se levanta de la cama, toma mi mano y salimos de la habitación para bajar las escaleras y dirigirnos a la cocina. Es viernes, por lo que las empleadas salieron a descansar el fin de semana con sus familias.

Abro la nevera y saco fresas y plátanos para hacer licuado, saco algunos huevos y un tomate.

—creo que merezco algo de comida chatarra, he estado alimentándome con frutas verduras y huevos toda la semana -digo haciendo puchero y escucho a Vlad reír-

—¿que se antoja cariño? -pregunta y sonrió- pero para la hora de comida y tal vez cena -dice y asiento-

Comienzo a picar el tomate y lo revuelvo junto con el huevo para que estos se guisen juntos en el sartén. En la licuadora echo leche, plátano, fresas y chía.

Vladimir se levanta para cuidar del huevo que está en la sartén, tomo dos vasos de la encimera, sirvo el licuado y bebo un poco de este.

Vladimir sirve el huevo para ambos en los platos, los coloca en la mesa y ambos comenzamos a desayunar. El huevo con tomate es mi desayuno preferido, además es algo que a Vlad no le causa náuseas.

—debo ir a la empresa a revisar y enviar unos documentos -habla y muerdo mis labios-

Estos últimos días solo se la pasa en la empresa y llega solo a dormir...

—¿de nuevo? -pregunto para luego beber del licuado-

—si de nuevo -dice serio-

—¿realmente estás yendo a la empresa? -pregunto tranquila-

—¿estas desconfiando? -me pregunta y niego-

—no, es solo una pregunta -digo negando-

—pues me suena más a celos -dice haciendo mala cara- mejor me voy ya a duchar, no quiero discutir  -dice levantándose de la silla-

Sale de la cocina dejándome sola en esta, suspiro molesta, sabiendo que no soy desconfiada, simplemente estos días lo he sentido muy alejado y quiero que pase más tiempo conmigo.

Me levanto de la mesa, recojo y lavo los trastes que utilice, limpio la barra y salgo de la cocina para ir al jardín.

Hay algunos guardias fuera de la mansión, algunos de estos están en el patio trasero, me observan y después voltean a su puesto.

Me acerco a las flores que plante, están creciendo rápido. Sonrió al pensar que pronto harán que el jardín luzca muy bonito.

Uno de los guardias se acerca a mi, lo observo y el carraspea.

Cercana Seducción (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora