Laurens
Son las ocho y treinta de la noche, me pregunto si después de la perdida de rayas, Vladimir querrá seguir a nuestra "cita", me levanto de la cama y salgo de la habitación, me dirijo a la sala, donde Vladimir, Hera y Alexander hablan tranquilos.
Observo a Vladimir, este al parecer comprende mi mirada y se levanta del sillón, se encamina a mi, toma mi brazo y ambos caminamos a mi habitación.
—¿aún quieres salir? -pregunto y este me observa- si quieres podemos quedarnos y salir otro día -digo tranquila-
—vamos a salir hoy castaña -dice y observa el reloj que yace sobre su muñeca- son las ocho y treinta, a las diez en punto paso por ti -dice sonriendo ladeante-
—está bien -digo sonriendo- ¿te irás? -pregunto-
—iré a dejar a Alexander y me prepararé -dice y asiento-
—bien, iré a alistarme -digo sonriéndole-
Trato de no sonar emocionada, pero a quien engaño, mi corazón brinca de la emoción, el chico en el que he estado pensando durante casi dos años completos, el dueño de todas mis jodidas emociones... ¡me ha invitado a cenar!
Cuando me doy la vuelta para dirigirme a mi baño, Vladimir toma mi brazo y vuelve a posarme frente suyo, sonríe y niega a la vez.
—¿no vas a despedirte, castaña? -dice viéndome a los ojos-
Sus hermosos ojos grises observan los míos, inconscientemente sonrió y siento mis mejillas tornarse rojas.
—nos vemos más tarde Vlad -digo sonriendo-
—¿sin beso en la mejilla? -pregunta y niego-
—sin beso en la mejilla -digo y el sonríe-
Me encamino al baño de mi habitación, cierro la puerta con seguro y sonrió mientras muerdo mi labio inferior, escucho la puerta de la habitación cerrarse y suspiro. Me deshago de mi ropa y entro a la regadera, el agua fría cae por mi cuerpo provocando un leve escalofrío.
Al terminar de ducharme, me encamino a la puerta del armario, abro esta y observo mi ropa... ¿a donde iremos? ¿Restaurante? ¿Aire libre?.
Saco varios vestidos que quedan perfectos para cualquiera de las dos opciones, un vestido corto de color negro con escote y tirantes, otro vestido algo largo con escote y tirantes de color verde esmeralda, observo ambos algo indecisa.
Hera entra a la habitación sin tocar, me observa y observa a los vestidos que hacen sobre la cama, sonríe y se acerca a ellos.
—el negro es lindo -dice sonriendo-
—¿segura? -pregunto y ella asiente-
—claro, póntelo, iré por unos tacones que quedarán perfectos con el -dice y sale de mi habitación-
Me saco la toalla y me colocó ropa interior, me coloco el vestido sin sujetador y me acerco al espejo de cuerpo completo, se ve lindo, es pegado de la cintura para arriba y suelto de la cintura para abajo, Hera entra a la habitación con unos tacones blancos con tiras para sujetarse, estos brillan un poco lo que los hace lucir tiernos.
—póntelos, prepararé las cosas para rizar tu cabello -dice sonriendo- ah y un maquillaje natural
Al colocarme los tacones me siento en mi tocador, Hera de encarga de mi cabello, lo desenreda, lo seca y comienza a hacer unas hondas, sonrió al verme en el espejo, Hera voltea la silla y comienza a maquillarme.
Después de unos minutos Hera gira la silla permitiéndome quedar frente al espejo del tocador, un maquillaje natural muy lindo adorna mi rostro, brillo rojo, pestañas largas y sombras.
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Cercana Seducción (COMPLETA)
RomansaNovela #2 de la trilogía James. "Quiero ver a la niña de ojos azules como el océano" "El niño inteligente que se enojaba porque no entendía la química" El destino se encargará de juntarlos de nuevo... Vladimir James, un empresario que no cree en el...