#14

216 11 0
                                    

Laurens

Ahora mismo estoy en el avión, fue duro alejarme de Vladimir, pues después de todo, el fue quien estuvo durante mi proceso de sanación, estuvo presente en cada ataque de ansiedad que me daba por las noches, en cada pesadilla que tenía sobre los recuerdos de aquellos abusos, me hacía reír siempre que me veía decaída, me llevaba de paseo con Hera para que no estuviera triste, dejo de trabajar por mi, pago un costoso tratamiento con aquella psicóloga.

La azafata hablando a través de la radio me saca de mis pensamientos.

—atención pasajeros, abrochen sus cinturones, estamos por aterrizar en New York -habla y suspiro pesadamente-

Abrochó mi cinturón y siento como el avión baja, esperamos unos minutos para que esté pare por completo, al bajar de este espero a que me entreguen mis maletas, solo son dos, pues no tengo mucha ropa la mayoría esta en Moscú.

Salgo del aeropuerto y volteo hacia mi alrededor en busca de algún taxi, estiro mi mano al ver uno, este se para de inmediato, el taxista baja con una gran sonrisa, es un chico joven como de unos 25-27 años, castaño y de ojos verdes, mandíbula marcada, es unos centímetros más alto que yo a mi parecer... es lindo.

—buen día señorita, suba al auto, permítame ayudarla con sus maletas -dice sonriendo y le devuelvo el gesto-

—muchas gracias -digo viendo como toma mis maletas para colocarlas en la parte trasera del auto-

Abro la puerta y me subo, cierro la puerta con cuidado y espero a que esté suba al auto para darle la dirección de mi nuevo departamento... de nuestro nuevo apartamento.

Hera vendrá conmigo a New York y entre las dos decidimos comprar un apartamento en el centro de New York, este debía de estar cerca de nuestros trabajos, Hera entrará a una gran industria de moda.. Vogue, si, Hera fue aceptada en esa industria y no saben cómo se puso de feliz al saberlo. Yo conseguí un buen trabajo de entrenamiento para ciencias forenses, tal vez les suene asqueroso el tema de lidiar con muertos, abrirlos, estudiarlos, estar casi siempre con ellos, pero realmente es algo que me llamo la atención ser desde pequeña, mis padres se molestaron por haber elegido tal carrera, pero es algo en lo que yo trabajaría, no ellos.

—a la quinta avenida por favor -digo y el taxista asiente-

—¿no es de aquí cierto? -pregunta el chico y niego-

—soy de Moscú, Rusia -digo amable y el sonríe-

—pude notarlo, por su acento -dice y rio levemente- ¿que la trajo a New York?

—el trabajo -respondo tranquila-

—en Moscú hay mejores oportunidades de trabajo, no quiero ser entrometido pero puedo apostar que fue la familia -dice observándome por el retrovisor-

Doy un gran suspiro y asiento levemente.

—¿Qué departamento es? Debo dejarla fuera de su departamento para que mi trabajo esté completo.

—¿llegamos tan rapido a la quinta avenida? -pregunto confundida y el ríe levemente-

—así es señorita, el aeropuerto está cerca de esta zona -dice tranquilo y asiento-

—el sexto departamento a lado derecho.

Siendo sincera no se siquiera el nombre de aquel departamento, pero al parecer este chico me entendío, me dejo justo fuera de mi departamento, saco un par de dólares de mi cartera y se los entrego al chico.

—muchas gracias -digo bajando del auto-

El chico baja del taxi y saca mis maletas, las coloca en el piso y nos sonreímos.

Cercana Seducción (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora