—¡Oye, no, no! ¡No llames a la policía!
Jimin insistió por quinta vez. El borracho de cabello azabache continuaba con el teléfono en la mano, pero no marcaba el numero de nadie. Lo intentaba, pero nunca lo hacía.
—¡Entonces explícame que mierda haces en esta casa!
—¡Soy el niñero ya te lo dije!
Jungkook gruñó ante la afirmación.
—¿Y por qué carajo estas en la cocina a las dos de la mañana, eh?
—En realidad son las cuatro...— Jungkook frunció sus cejas y volvió a alzar el celular. Jimin se estremeció y reacciono tan pronto como pudo— ¡No, no, espera! Tus hermanos me vomitaron encima hace una hora más o menos y mi habitación está con el olor a leche podrida así que estoy esperando a que se ventile. Y no te servirá de nada llamar a los de seguridad, ya les dije que estoy en esta casa.
—¿Como que saben que estás aquí? ¿Y por qué diablos tu habitación está...
—Los de seguridad saben que estoy aquí porque soy el jodido niñero a tiempo completo. Esta es mi tercera noche en la casa. Ah, y los gemelos estaban durmiendo en mi cama.
—¡¿Qué?!— los ojos de Jungkook se abrieron como platos, al menos lo máximo que un chico a mitad de sus veinte con el alcohol moviéndose por sus venas lograría hacerlo. Se enderezó y caminó a paso firme hacia el cuarto que estaba al fondo de la cocina.
Entreabrió con cuidado y vio la cantidad de almohadas que había en la cama.
Jimin se quedó estático en su lugar mientras miraba a quien se suponía era el hijo mayor de los Jeon, entrar a su dormitorio. Había visto unas cuantas fotos familiares que estaban en el pasillo del segundo piso, y si bien no era el mismo adolescente de las fotos, podía reconocer las mismas facciones en aquel maduro rostro.
Vale, Junghyun se había equivocado. Era miércoles por la noche, no llevaba ni tres días de trabajo y ya se había encontrado con la oveja negra de la familia, que era más apuesto de lo que jamás habría imaginado.
No obstante, lo malo no era habérselo encontrado, era la circunstancia.
Acababa de caer en cuenta de lo provocativo que lucía. El pijama que había usado al acostarse cubría su cuerpo a la perfección, pero lamentablemente el vomito de los mocosos había arruinado cada centímetro de la prenda. Ahora vestía unos mini short y una camiseta holgada que cubría gran parte de los pantaloncillos, todo el conjunto de un hermoso color palo rosa. Sus piernas estaban desnudas y relucientes, su cabello estaba esponjado y sus clavículas estaban completamente al descubierto.
Lo único que parecía salvarlo era el hecho de que Jungkook estaba tan mareado y borracho que no parecía haberse dado cuenta de su aspecto.
O al menos eso creyó.
El pelinegro se dio la vuelta, afirmándose de una de las paredes de la cocina para no caerse. Se masajeó la frente con su mano libre, haciendo que sus ojos cayeran al suelo y cuando sus movimientos se tensaron por completo Jimin se sintió vulnerable.
Jungkook lo observó con detenimiento, desde sus pies descalzos, cuyas uñas estaban sutilmente pintadas con un rosa pálido, hasta su cuello desnudo donde reposaba con un collar de plata rosa. Sus ojos se detuvieron en sus piernas, sus caderas, su abdomen ligeramente a la vista y por una zona específicamente inquietante.
Estaba mirando su entrepierna.
¿Qué carajo...?
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Spine Breaker ☾ JJK+PJM
FanfictionJungkook se supone que es un universitario que siempre lo ha tenido todo, a su parecer todo se puede conseguir con dinero. Jimin es el niñero que le hará creer todo lo contrario... ¿O no? ☾ JM bottom; JK top ☾ Mención de temas no aptos para sensi...