Spine Breaker ☾ JJK+PJM

7

La fiesta estaba en pleno apogeo cuando Jungkook llegó. Las luces parpadeaban con cada bajo de la música, envolviendo la sala de la casa en un resplandor cambiante de colores. El aire estaba cargado de energía, con risas y conversaciones que eran aplastadas por la música y los gritos de quienes estaban bailando, todos estaban moviéndose de alguna forma. Algunos estaban bailando con entusiasmo mientras otros estaban en torno a la barra improvisada de la cocina.

Jungkook arrugó la frente. No solía concurrir a fiestas universitarias de ese tipo, al menos no a cualquiera, y no pudo evitar notar los detalles de la casa del auspiciador de la fiesta. El tapiz, los muebles, el piso e incluso las bebidas.... Todo era de mal gusto.

—Kook, iré a buscarnos algo para beber. ¿Tequila?

Jungkook niega con asco. En una barra de verdad no le molestaría tomar unos cuantos shots de tequila, pero en este caso no podía asegurarse de la calidad de la bebida, y tampoco podía elegir su trago por elección.

—Traeme vodka, solo si tienen.

—Bueno, ve a jugar beer pong si quieres, te veo allí.

Jungkook asintió, sacando las manos de sus bolsillos para deslizarse con más confianza por la casa.

A la vez que su cuerpo se movía entre los demás, Jungkook no pudo evitar sentir una punzada de de preocupación por haber dejado a sus hermanos solos en casa, especialmente después de que su madre le anunciara en el desayuno que ella y su padre llegarían tarde, otra vez a la cuatro de la mañana. Sin embargo, Jimin había sido extrañamente tranquilizador a la hora del almuerzo, asegurándole que no tenía que preocuparse de nada, porque después de todo era su trabajo ser el niñero de la casa.

Jungkook sabía que esa era la razón principal por la que le costaba disfrutar las fiestas. De hecho, esa era una de las razones por las que prefería no estar tanto en casa; la responsabilidad siempre lo pesaba.

Mingyu regresó antes de que Jungkook pudiera comenzar a jugar, con dos vasos en la mano. Luego de haberle entregado uno a Jungkook, este tomó un sorbo, sintiendo el familiar ardor del vodka deslizarse por su garganta.

—Vamos, hay un grupo de chicas que quiere conocerte— señaló Mingyu hacia un rincón donde un grupo de chicas los observaban con curiosidad.

Jungkook suspiró y siguió a su amigo sabiendo muy bien cuales eran sus intenciones. Bueno, al menos había podido tomar algo de alcohol antes.

—Chicas, Jeon Jungkook— lo presentó sin olvidarse de su apellido. Jungkook hizo un leve reverencia— Kook, ellas son Sohee, Daerin y Yerim. Daerin está en tu clase de jurídica, deberías conocerla.

No. No lo hacía.

—Eh, creo haberte visto, no estoy seguro— dice con una sonrisa cegadora, lo suficiente para hacer que las tres chicas murmuren cosas entre ellas, con las sonrisas más interesadas del mundo, como si hubieran ganado la lotería— ¿Como vas con el curso? ¿Muy difícil?

—No tanto, tuve que pedirle ayuda a un egresado, pero luego de entenderlo pude continuar el fin del semestre por mi cuenta.

Jungkook asiente. Entonces si le había costado.

—Me alegro.

—¿Te estás divirtiendo?— pregunta otra chica, más baja pero igual de entusiasta que la otra, colocándose a su lado. Aún si era baja seguía estando cerca de su altura.

—Acabo de beber una vaso de vodka, así que si.— dice mirando su vaso vacío— Llegue hace poco, de todas formas. No podría haberme divertido más.

—Oh... Bueno, espero que ahora puedas divertirte más con nosotras.— responde la misma chica mientras hace revolotear sus pestañas. Sus manos tocan los brazos de Jungkook, estableciendo una intimidad que el pelinegro no estaba listo para recibir, pero que aún así recibe.