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Cuando los labios de Jungkook finalmente tocaron los de Jimin, una oleada de sensaciones lo embargó, mucho más intensa de lo que había imaginado jamás. Era... delicioso.

El primer roce fue suave, pero tan inmediato que lo dejó sin aliento. Los labios de Jimin, a pesar de estar secos y un poco magullados, le parecieron sorprendentemente suaves, como si estuvieran hechos para ser besados.

Sabían a cerezas.

Dulces, jugosos, con ese toque suave de fruta que hacía que cada segundo se sintiera más real, más necesario. Jimin sabía exactamente a como imaginó que sabría.

Las manos de Jungkook ardían por tocar más, por sentirlo más cerca, y el impulso fue inevitable. Lentamente, sus dedos encontraron el camino hacia la cintura de Jimin, aferrándose a él, mientras su otra mano subía hasta su mandíbula. el tacto de su piel bajo las yemas de sus dedos le provocó una oleada de calor en todo el cuerpo. Con el pulgar comenzó a dibujar círculos suaves sobre la piel en un movimiento tan natural, como si hubiera nacido para hacer eso.

Sus labios seguían buscando, explorando, adaptándose al ritmo del beso. Movía la boca con una precisión que le permitía buscar el ángulo perfecto para seguir explorando a Jimin, para seguir sumergiéndose en su boca.

El beso era todo lo que había imaginado en esas noches solitarias, así que por supuesto que sacaría provecho de ello. Tomó su oportunidad de cada segundo para sentir a Jimin bajo sus labios, para saborearlo de la forma en que siempre deseó durante los últimos días, pero que jamás admitió en voz alta.

Sin embargo, había un leve rastro de hierro en el sabor, seguramente de la pequeña herida en la boca de Jimin, y ese fue el recordatorio que Jungkook necesitó para darse cuenta de que debía llevar las cosas con calma.

Jimin acababa de tener un encuentro con un chico cuyo rosto y nombre solo quedaban a su imaginación, su cuerpo había sido toqueteado por alguien más y sus labios probablemente también.

Lentamente, casi con desgana, empezó a separarse. Debían hacerlo en algún momento y la falta de oxígeno fue señal suficiente. El desapego de sus labios fue difícil, emitían pequeños chasquidos húmedos, cómo si se resistieran a alejarse, como si tuvieran propia y no quisieran dejar de tocarse. Chasquidos cortos y mojados llenaron el silencio que reinaba en el cuarto de Jimin, con pequeños besos hasta llegar al último.

Jungkook apoyó su frente en la de Jimin, cerrando los ojos durante unos segundos, tratando de procesar lo que había hecho.

Había besado a un chico.

Su corazón martilleaba con fuerza en su pecho y a un ritmo ensordecedor. La realidad lo golpeó con más fuerza de la que esperaba, casi haciéndolo retroceder, pero la corriente de dudas se disipó lentamente, al mismo tiempo que la respiración de Jimin se coordinaba con la suya.

¿Esto estaba bien?

¿Por qué no le parecía... extraño o mal?

Sus labios aún hormigueaban, y podía sentirlos ligeramente hinchados, llenos de sangre por la intensidad del beso. Nunca antes había experimentado algo así, nunca había sentido que un simple beso lo hiciera arder de esa manera. Pero... Jimin era un chico. Esa pequeña verdad giraba en su mente como un torbellino, mezclada con la incredulidad de lo que acababa de hacer. No era algo que hubiera planeado, ni siquiera algo que había pensado mucho antes de ese momento.

No obstante, ya lo había hecho.

Lo más abrumador de todo fue pensar que sin dudar lo haría de nuevo.

Su respiración suave y temblorosa contra su cuello. Su cercanía. La forma en que sus cuerpos aún se tocaban ligeramente, como si no pudieran despegarse del todo.

Spine Breaker ☾ JJK+PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora