9

436 46 2
                                    

Jimin llegó corriendo a la casa de los Jeon, respirando con dificultad debido al esfuerzo. No solía quedarse dormido, pero después de un fin de semana tan agitado, su cuerpo simplemente no pudo evitar el agotamiento mental. Abrió la puerta de la casa apresuradamente y, para su alivio, todas las puertas de los niños estaban cerradas. El auto del señor Jeon no estaba en el camino de entrada, lo que indicaba que se habían ido al trabajo.

Y eso quería decir que ya habían desayunado.

Se había encargado de llamar a la señora Jeon, por supuesto que si, pero nunca pensó que su retraso sería tan grande. Suspirando con resignación , Jimin se sacó el bolso del hombro y se dirigió a su cuarto. Sacó sus cosas, ordenándolas rápidamente, y luego se dirigió a la cocina para lavar los trastes acumulados del desayuno.

Terminado el trabajo en la cocina, se trasladó a la sala para recoger algunas cosas que estaban esparcidas por ahí. Los juguetes y figuras de los gemelos, por supuesto. En ese momento, escuchó pasos descendiendo por las escaleras. Al levantar la vista, vio a Jungkook bajando de su cuarto, vestido con un vistoso traje negro, camisa y corbata, además de unos hermosos zapatos de cuero.

Se veía... atractivo.

Jimin inhaló con fuerza, conteniendo la respiración, y a la vez conteniendo los comentarios que su lengua podría pronunciar. Quería saludarlo, hablar con el antes de comentar algo sobre su vestimenta, pero su celular sonó, interrumpiendo sus intenciones.

Sacó su celular del bolsillo y al ver que la llamada era de Taemin, se alarmó y contestó con rapidez. El nunca llamaba.

—¿Qué pasa?— preguntó Jimin, tratando de mantener la voz baja.

Necesito que me traigas unos documentos a la oficina, es urgente— respondió Taemin al otro lado de la línea. Su voz era suplicante.

—¿Estás loco? —gritó Jimin, llamando la atención de Jungkook, quien ahora lo miraba con curiosidad. Bajando la voz, Jimin continuó— Recién llegué al trabajo, Tae.

Es de vida o muerte, Jimin. Considera esto como mi paga por haber sido un buen moderador en tu directo el sábado— insistió Taemin.

Jimin gruñó, consciente de que se lo debía. Le debía muchas. 

—Está bien, pero ¿qué documentos son? ¿Cómo entro a tu departamento?

Relájate, sweety. Avisaré al portero para que pueda ayudarte a entrar, y una vez que llegues te daré las indicaciones para que los encuentres. De verdad, que me estas haciendo un favor impagabl-

—Si, si lo que digas— respondió, terminando la llamada. Se giró hacia Jungkook, tratando de mantener la compostura.

Mierda. Lo estaba mirando.

—Jungkook, sé que quizá me quieras asesinar al rato, pero necesito que cuides a los niños por unos cuarenta minutos. Tengo una emergencia y tengo que salir— pidió el pelirrosa.

Jungkook, cuyo rostro estuvo serio y confundido, se arrugó en incredulidad.

—¿Estas hablando en serio? Debo ir a la oficina-

—Lo sé, lo siento, pero esto es muy, muy importante. No tardaré mas de lo necesario...— lo intentó convencer mientras se dirigía a la salida.

Jungkook miró atónito como Jimin salía corriendo por la puerta. La incredulidad y la frustración se mezclaban en su rostro mientras intentaba procesar lo que acababa de ocurrir. Él necesitaba ir a la oficina.

—¡Jimin, espera un momento, lo mío también es urg...!— gritó, siguiéndolo, pero Jimin ya había corrido demasiado lejos.— Mierda.

Jungkook sintió la irritación burbujeando dentro de él. Jimin acababa de llegar, tarde, y aún así se había vuelto a marchar, con el descaro de pedirle como favor cubrirlo en su trabajo. Con un jadeo exasperado, se sacó la chaqueta y la lanzó al sofá de la sala sin saber qué hacer.

Spine Breaker ☾ JJK+PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora