Cuando Jimin volvió el martes a la casa de los Jeon, ya más tranquilo y relajado, sin tanta preocupación por su madre, pudo dedicarse completamente al cuidado de los niños y la casa. Aunque siempre se enfocaba en ellos, saber que su único pariente presente estaba bien le permitió hacerlo con más diligencia.
Nari se aprovechó de ello, tratando de agotar hasta la última gota de su energía. El martes, le pintó las uñas de nuevo, esta vez con un lindo y neutro color beige. El miércoles por la mañana, lo involucró en un agotador rompecabezas de cinco mil piezas, al que incluso Jungkook tuvo que contribuir. Aunque se quejaba del ruido, decidió ayudarlos, pero Jimin sabía que no era solo por eso. Jungkook podía haberse ido a leer el libro que tenía en la mano a su cuarto, pero en lugar de eso, se quedó en la sala de estar con ellos.
Ese mismo miércoles por la tarde noche, Jimin tuvo que volver a lidiar con un dolor de cabeza, y esta vez, ni los gemelos ni Nari habían sido los culpables.
—¿Jimin, puedo hablar contigo? —preguntó Junghyun con cautela mientras revolvía la comida de la cena en su plato.
Jimin lo miró, apartando la vista de su plato, confundido. Estaban todos en la mesa, incluidos sus hermanos, aunque hablando de cosas al azar, pero de todas formas estaban presentes y Junghyun no solía hablar de sus asuntos en frente de los demás.
—¿Qué sucede?
—Quería saber si podría traer a dos amigos a la casa para pasar el rato. No sería nada bullicioso.
Jimin levantó una ceja, sintiendo las miradas curiosas de Jungkook y Mina sobre ellos.
—¿Me estás pidiendo permiso? —preguntó sorprendido. Junghyun rodó los ojos, pero no agregó nada—. Sabes que tienes tres hermanos menores en casa, ¿verdad?
—Claro que lo sé, pero le pregunté a mamá y me dijo que lo discutiera contigo. Ellos llegarán tarde otra vez.
Jimin suspiró, pasó una servilleta por su boca y recostó su espalda en el respaldo de la silla. Eso explicaba por qué le estaba pidiendo permiso.
—Bien, entonces eso tiene más sentido. Hubiese preferido que tu madre diera la última palabra, pero como ya lo hizo... —Jimin reflexionó, pensando en todos los posibles desastres—. Está bien, pueden venir, pero con condiciones —aclaró antes de que Junghyun se emocionara demasiado—. No quiero que fumen dentro ni fuera de la casa, pueden beber, pero nada excesivo y solo cuando los niños se hayan dormido. Y no pueden quedarse a pasar la noche.
—¡Hecho! Lo prometo. Haré que se marchen a las tres de la mañana y si no confías en mis amigos, puedes quedarte con nosotros hasta que se vayan.
Jimin sonrió.
—Miraré de lejos, pero gracias por la oferta.
—¿Quiénes son los que vendrán? —Jungkook se unió a la conversación, mirando a su hermano menor.
—Hajun y Jiho.
Jungkook asintió como si esos nombres fueran los que siempre ha escuchado en su vida, así que Jimin supuso que eran amigos conocidos por toda la familia. La reacción de Mina solo confirmó su suposición.
—¡No! ¿Por qué diablos vienen esos dos? —se quejó Mina, chocando su frente contra la madera de la mesa.
—Llegarán a las nueve de la noche, no seas tan pesada.
—No te preocupes, Mina —habló Jimin, mirando a los dos—. Junghyun se encargará de que sus amigos sean silenciosos y no suban al segundo piso, ¿no es así, Jun? En el primer piso tienen mantas, baño y la cocina. No hay necesidad de subir.
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Spine Breaker ☾ JJK+PJM
FanfictionJungkook se supone que es un universitario que siempre lo ha tenido todo, a su parecer todo se puede conseguir con dinero. Jimin es el niñero que le hará creer todo lo contrario... ¿O no? ☾ JM bottom; JK top ☾ Mención de temas no aptos para sensi...