La mañana sucedió normal y sin ningún percance. Se instaló; guardó sus ropas en el closet, los zapatos debajo de la cama y dispuso ordenadamente sus productos de aseo en el baño.
Luego de eso partió a la cocina a preparar el almuerzo. No era muy habilidoso como el chef de cinco estrellas a la que los niños de la casa quizá estaban acostumbrados, pero aún así era prolijo a la hora de cocinar. Hacía las recetas al pie de la letra y sus platos tenían un sabor bastante aceptable.
Dejó arroz con zanahorias preparándose a fuego lento, un pollo completo en el horno y picó verduras suficientes para dos fuentes de ensaladas. Según el documento que la señora Jeon le había enviado, todos comían cualquier tipo de ensaladas, excepto los más pequeños que despreciaban con ganas el brócoli.
No podía culparlos.
Una vez asegurado de haber dejado todo en orden en la cocina, tomó la aspiradora de la habitación de servicio y limpió cada rincón del primer piso. Ordenó los estantes, muebles, quitó el polvo y botó todos los envoltorios de golosinas que encontró.
Después de varios minutos trabajando arduamente Jimin llevó la manga de su camiseta hasta su frente para secarse, aunque como siempre, no había ni rastro de sudor. Jimin simplemente no sudaba. Aumentó el volumen de la música en sus auriculares, sumergiéndose por completo en el rock alternativo, y terminó de aspirar la alfombra del salón.
Cuando regresó a la cocina, el golpe de los aromas del pollo y arroz sazonados fueron su semáforo verde para apagar la encimera y el horno. Jimin aspiró hondo, dejándose llevar por el rico olor, mientras sacaba los platos para servir la comida. Sin embargo, antes de poder servir la primera porción de arroz, un grito desgarrador se escuchó desde la segunda planta, atravesando el sonido de la música. Jimin se quitó los audífonos y corrió hacia el segundo piso, donde se escuchaban unos forcejeos salvajes desde la habitación de los gemelos.
Jimin no dudó en entrar.
Para su alivio nadie se había caído, no había sangre por ninguna parte y no habían lagrimas, por otro lado, lo que sí había, era un hermano encima del otro, a quien golpeaba incansablemente con una almohada. Con un suspiro, Jimin se acercó lentamente y de un tirón le arrebató el almohadón de las manos al gemelo malévolo.
—¡Hey! ¡Devuélvemelo!— chilló de inmediato.
—Abajo te entrego tu almohada. Prefiero que jueguen abajo— se limitó a decir antes de bajar al primer piso.
—¿Te llevas mi almohada?— continuó hablando Jiyoon, indignado.
—Me llevo todas tus almohadas— dictó Jimin sin temblar en su voz, tomando hasta los cojines con forma de animales que había en la habitación.
Los gemelos no contestaron en ese momento, pero luego de ver a Jimin bajar por las escaleras con todas sus almohadas, sus ojos se abrieron en sorpresa y sus pies lo siguieron como si fueran parte de un pelotón militar. Hablaron y reclamaron mientras caminaban por la escalera, por supuesto, pero lo único que lograron con sus reclamos fue mantener viva la posición de su niñero.
Tanto Mina, Nari y Junghyun asomarón la cabeza de sus habitaciones para saber de donde provenían los gritos. Y también para olfatear un poco mejor el aroma que llegaba de la cocina.
—¡Eso es robo de propiedad! ¡Te podemos demandar!
—No es robo si no sale de la casa— respondió Jimin con calma, dejando caer todas las almohadas sobre la alfombra del salón.
Tanto Jiyoon como Jihoon fruncieron sus labios.
—¡No me importa! ¡Devuélvelas a nuestro cuarto!
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Spine Breaker ☾ JJK+PJM
Hayran KurguJungkook se supone que es un universitario que siempre lo ha tenido todo, a su parecer todo se puede conseguir con dinero. Jimin es el niñero que le hará creer todo lo contrario... ¿O no? ☾ JM bottom; JK top ☾ Mención de temas no aptos para sensi...