Spine Breaker ☾ JJK+PJM

17

Jimin inhala profundamente y exhala con fuerza antes de tocar la puerta del departamento. La sensación de incertidumbre y nerviosismo lo acompaña mientras espera a que le abran. Después de tanto tiempo manteniendo distancia de Rowon, se siente extraño estar ahí de nuevo.

Rowon era su primer amor si así podía llamarse. Lo conoció cuando estaba en la mismísima mierda, incluso antes de conocer a Taemin.

Lo había conocido cuando apenas tenía catorce años.

Las circunstancias no fueron las mejores, se había hecho famoso entre los peores viejos verdes de la ciudad por las peores razones, y ser descubierto de esa forma por un lindo chico de veintisiete años no era lo más digno que le había ocurrido. De todas formas lo agradecía porque gracias a él se reencontró con la sensación de ser protegido.

Cuando se conocieron Rowon no se acostó con él cuando la oportunidad se le presentó, y en su lugar denunció a más de la mitad de los hombres que sí lo hicieron. Básicamente había sido un héroe en su vida en ese momento, y si bien Rowon sí se sintió atraído por él, por muy turbio que eso pareciera, lo esperó hasta cumplir dieciocho años.

Jimin se sintió apreciado y cuidado, lo que siempre quiso.

Sin embargo, su primer amor era una persona de apariencias y Jimin no tardó en descubrir que tenía la misma cantidad de camisetas como de novias.

Su amor murió poco a poco, pasando de tener noches de sexo pagadas casi todas las semanas, a verse apenas una vez cada seis meses, si es que no una vez al año.

La insistencia de Rowon en reunirse con él dio frutos cuando se dio cuenta de lo estúpido que podía volverse por un enamoramiento.

Jungkook se había alejado de él de alguna forma maravillosa considerando que su plan era tomar distancia y sin embargo, su primera frase cuando volvieron a hablar había sido que lo esperó todas las noches.

Era un idiota.

No podía seguir con la idea de tener algo con el hijo mayor de la familia más amable con la que se había topado jamás.

Las cosas con Taemin, las sesiones de sexo para quitarse de la cabeza a Jungkook no sirvieron de nada, y luego de recibir uno de los tantos mensajes mensuales de Rowon Jimin pensó que tal vez era el momento perfecto de hacerlo con él.

Si Taemin no podía despejar su mente, Rowon si podría.

Cuando la puerta se abrió, Jimin quedó momentáneamente paralizado.

Pensó que el pánico se adueñaría de su cuerpo y terminaría corriendo hacia su casa, pero de alguna forma no se sintió tan extraño estar frente a él. El hombre de 35 años se veía mejor que nunca. La madurez y el tiempo parecían haberle sentado de maravilla, realzando su apariencia en lugar de marchitarla. Tenía la cabellera negra azabache, pequeñas arrugas en las esquinas de sus ojos y los surcos que llegaban desde sus fosas nasales hasta las esquinas de sus labios estaban bien marcados, pero aún así se veía bien.

—Minnie... me alegra verte.— fue lo primero que dijo Rowon cuando lo vió.

Y ahí estaba la razón del nombre de su canal.

—Hola, Ro...— Jimin se estiró y lo saludó con un beso muy cerca de los labios.

Esperó a que el hombre le abriera más la puerta y luego entró.

—Pensé que nunca más me dejarías verte. De pronto te volviste casi inasequible...— habló Rowon mientras los guiaba a la sala, nervioso.

Jimin reconocía ese tono de voz en cualquier contexto.